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EL AGRAVANTE DE VIOLENCIA SEXUAL HA SIDO DEFINITIVO PARA QUE SE LE IMPONGA LA MÁXIMA PENA

La Justicia italiana condena a cadena perpetua al inmigrante ilegal que violó, torturó y asesinó a Pamela Mastropietro en 2018

Pamela Mastropietro y su asesino, el inmigrante ilegal Innocent Oseghale.
Pamela Mastropietro y su asesino, el inmigrante ilegal Innocent Oseghale.

Pamela Mastropietro tenía 18 años y una vida por delante cuando desapareció hace exactamente seis años en Roma. El 29 de enero la joven abandonó sin autorización el centro de desintoxicación donde había sido ingresada por sus padres después de que empezara a consumir sustancias irregulares tras una ruptura amorosa. Dos días después, su cuerpo aparecía descuartizado y con evidentes signos de tortura y agresiones sexuales en dos maletas abandonadas en la localidad de Pollenza, a 165 kilómetros de la capital italiana.

La Policía detenía poco después a Innocent Oseghale, un camello nigeriano de 35 años que residía en el país de forma ilegal y que pudo ser arrestado gracias a la narración de un testigo que vio entrar a Pamela en una farmacia acompañada por Oseghale a comprar jeringuillas con las que después consumieron drogas.

Los horrores que sufrió Pamela en el domicilio de su asesino durante las horas previas a su muerte son inimaginables para la mayoría: después de consumir heroína el hombre violó de manera salvaje a la joven, tal y como se pudo acreditar en la autopsia por las lesiones. Pero no se conformó con abusar brutalmente de ella: aprovechando su estado de indefensión la torturó hasta matarla. Oseghale comenzó a desmembrar a la adolescente mientras aún estaba viva. Empezó cortándole un pie por el puro placer de causarle sufrimiento, ya que Pamela finalmente falleció por una mezcla de pérdida de sangre y asfixia.

El plan, además, parece que pudo ser premeditado basándose en las pesquisas de los investigadores. Consiguieron interceptar una conversación telefónica en la que el asesino y violador de Pamela le decía a otro amigo africano «tengo que violar a una chica blanca». Antes de terminar de despedazarla, el criminal lavó el cuerpo de Pamela con lejía para contaminar las pruebas y dificultar su identificación. Después abandonó sus restos repartidos en dos maletas y lejos de su casa, donde fueron encontrados por un viandante. Algunas partes del cuerpo nunca se han encontrado, ya que la policía considera que Innocent las devoró.

El crimen de Pamela conmocionó a Italia y provocó un debate en torno a la inmigración ilegal que los medios de izquierdas trataron de silenciar. Mientras el ya fallecido Silvio Berlusconi, en aquel momento presidente de Forza Italia, anunciaba la deportación de 600.000 ilegales si era elegido presidente, el líder de Liga Norte, Matteo Salvini hacía lo propio con 500.000. No sólo los periódicos italianos aprovecharon el asesinato de Pamela para señalar a los políticos que pedían combatir los crímenes derivados de la inmigración ilegal. En España, sin ir más lejos, El País escribía «el descuartizamiento de una joven toxicómana desencadenó un suceso racista que ha monopolizado todo el debate electoral». Se refería a la agresión de un hombre contra seis africanos que afirmó haberlo hecho para vengar el asesinato de Pamela Mastropietro, y criticaba que Salvini hubiera afirmado que «una inmigración fuera de control conduce al desencuentro social», a la vez que acusaba al centro-derecha de «populista». A Pamela se referían simplemente como «una joven toxicómana». Como si por el hecho de serlo, su vida no fuera importante.

Unos meses después, en octubre de ese mismo año, se producía otro asesinato casi tan espeluznante como el de Pamela. Desiree Mariottini, de 16 años, moría tras ser drogada hasta la inconsciencia y violada por turnos durante varios días, en los que agonizó, en una casa okupa del barrio romano de San Lorenzo. Los cuatro detenidos por el crimen fueron dos senegaleses de 26 y 43 años sin permiso legal para residir en Italia, un nigeriano de 46 con permiso de residencia por motivos humanitarios y otro inmigrante ilegal procedente de Gambia. De nuevo, se produjo un llamamiento desde los medios «progresistas» contra las actitudes racistas. Tres de los cuatro asesinos de Desiree fueron condenados a cadena perpetua e mediados de 2023.

Igual que ahora lo ha sido Innocent Oseghale. La violencia sexual que utilizó contra Pamela durante el tiempo en que la sometió a torturas ha sido fundamental para poder aplicarle el agravante que le costará la máxima pena prevista en Italia. El criminal sabía cómo causar sufrimiento, ya que tras su detención, en su teléfono móvil también aparecieron imágenes de hombres nigerianos torturados.

Nada más conocer el veredicto este miércoles, la madre de Pamela Mastropietro, Alessandra Verni, afirmaba que había «estado esperando este momento durante seis años, es lo que esperaba». Sin embargo, Alessandra anunciaba que seguirá luchando judicialmente para que se condene a los dos amigos del asesino que fueron detenidos en un primer momento y luego liberados, puesto que siempre ha estado convencida de que le ayudaron a perpetrar el crimen de su hija: «Hay dos ADN que no sabemos de quiénes son, escuchas telefónicas en las que algunos personajes dicen que estaban en la casa ese día. Hay demasiadas cosas que no cuadran». Su abogado recordaba que «seguimos convencidos de que Oseghale no estaba solo ese 30 de enero, si no tuvo ayuda en el apartamento, al menos fuera de él».

La victoria de Alessandra es agridulce. Por fin verá en prisión permanente al principal responsable de la muerte de su hija. Por el camino perdió al padre de Pamela, Stefano Mastropietro, que murió el pasado mes de junio a los 44 años y nunca verá entre rejas al asesino de su hija tras recibir su condena firme. La joven Pamela será recordada en Roma el próximo 30 de enero con una procesión de antorchas y una misa. La lucha de su madre, seguirá.

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