«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
EN MEDIO DE LA CRISIS ENERGÉTICA

La UE defiende los «avances» en derechos humanos en Catar

La presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Europa Press.

En un momento en que la Unión Europea busca desesperadamente más proveedores de gas para sutituir a Rusia, la Comisión Europea ha defendido este lunes los supuestos avances registrados por Catar ―uno de los mayores exportadores de gas del mundo― en materia de Derechos Humanos y derechos laborales durante los últimos años en la carrera para acoger el Mundial de fútbol y ha pedido que la agenda de reformas continúe y siga tras el torneo.

En un debate en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia, la comisaria de Sanidad, Stella Kyriakides, ha defendido los «progresos significativos» del país del Golfo en materia de derechos laborales, incluyendo la revisión del sistema de ‘kafala’, un mecanismo de patrocinio de inmigrantes que da a empresas privadas un control casi total sobre el empleo, calificado por muchos como una suerte de esclavitud moderna.

Kyriakides ha subrayado ante los eurodiputados que la organización de la competición deportiva ha hecho que las deficiencias sean «más evidentes» pero, a la vez, también han «acelerado» las reformas laborales en Catar. Esto es tema de conversación de Bruselas en sus contactos con la península del Golfo, ha insistido.

Igualmente, ha reconocido las preocupaciones sobre el trato a las personas con tendencias homosexuales. «Sí, la parte de los Derechos Humanos es una tarea que está lejos de completarse«, ha declarado la comisaria chipriota.

Por todo ello, ha defendido mantener contacto con Catar para seguir de cerca la agenda de apertura y garantizar que las reformas siguen una vez se vaya el foco del Mundial de fútbol. «Es importante que sigamos en contacto y continuemos animando a las autoridades cataríes para abordar los desafíos pendientes para asegurar la sostenibilidad de las reformas más allá del Mundial de fútbol», ha señalado.

Sorprende la actitud comprensiva y cariñosa de los burócratas bruselenses hacia el régimen islamista del Golfo si lo comparamos, por ejemplo, con la hostilidad con la que tratan a países europeos como Hungría y Polonia; por, entre otras cosas, defender los principios de la civilización cristiana.

Considerándolo bien, quizá no sorprenda tanto el comportamiento de la UE con el emirato del Golfo. A finales de enero de este año, cuando la crisis de Rusia y Ucrania subía de decibelios, la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, contactaron con el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Zani, para facilitar la diversificación del suministro de gas y reducir la dependencia de Rusia.

«La asociación UE-Catar es polifacética y próspera. La fiabilidad de Catar como proveedor de energía es importante para la seguridad energética y el suministro de gas de la UE«, escribió Michel en su cuenta de Twitter tras hablar con el emir catarí por teléfono. “Excelente llamada con Su Alteza Emir Tamim bin Hamad Al Thani sobre la intensificación de la asociación UE-Catar, incluida la energía. Importante fortalecer la seguridad energética de Europa con todos los socios fiables”, escribió Von der Leyen el día anterior en la misma red social.

Con la cercanía del invierno en medio de una crisis energética descomunal, la guerra en Ucrania cuyo fin se antoja lejano, las sanciones impuestas por la UE al petróleo y gas rusos tras la invasión, y el sabotaje que sufrió el gasoducto Nord Stream, es más fácil entender el trato de favor que Bruselas ofrece a Catar, uno de los mayores exportadores de gas del mundo. Si para ello hay que lavar la imagen del emirato, se hace.

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