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La debacle podría provocar que se exija la convocatoria anticipada de elecciones

Los tres partidos de la coalición «semáforo» en Alemania se hunden en las regionales de Turingia y Sajonia

El canciller alemán, Olaf Scholz. Europa Press

El estamento globalista europeo está desesperado: sus dos mensajes más obsesivos —la aceptación de una inmigración masiva y descontrolada procedente del Tercer Mundo y la transición a una ruinosa ‘economía verde’— no hace más que fracasar en las urnas a medida que se perciben las desastrosas consecuencias de ambas políticas. Y las últimas elecciones regionales en Alemania son sólo el último ejemplo.

Dos meses después de que el establishment político europeo sufriera un golpe aplastante en las elecciones francesas, el domingo por la tarde fuimos testigos de otra demostración de lo impopular que se ha vuelto la élite política europea cuando la coalición gobernante del canciller alemán Olaf Scholz fue aplastada en dos elecciones regionales en el este de Alemania el domingo, con partidos tanto de derecha como de izquierda ganando aproximadamente la mitad de los votos tanto en Turingia como en Sajonia.

En Alemania gobierna una coalición izquierdista formada por socialistas, verdes y liberales, y encabezada por Olaf Scholz, del SPD. Y los resultados para los tres partidos en las elecciones de Turingia y Sajonia han sido para llorar: en Turingia, liberales y verdes desaparecen del Parlamento, directamente, cero escaños. Y el partido del canciller se salva por los pelos, con un miserable 6,1% del voto. En Sajonia, los verdes se salvan por la mínima (5,1%, siendo el 5% el mínimo exigido) y el antaño poderosísimo SPD se queda en un mezquino 7,3%. No lo han podido dejar más claro. Resumiendo: los tres partidos de la alianza gobernante de Scholz obtuvieron menos del 15% en cada uno de los dos estados, mientras que el FDP (los liberales) no alcanzó el umbral del 5% para entrar en ningún parlamento regional. y los verdes se quedaron cortos en Turingia. El único partido tradicional que obtuvo un resultado relativamente bueno fue la CDU.

Los resultados son el último duro golpe para el canciller alemán Scholz y su gobierno profundamente impopular y ponen de relieve el riesgo que enfrenta de cara a las próximas elecciones nacionales que se celebrarán dentro de poco más de un año. El panorama parece igualmente desolador para otra votación estatal dentro de tres semanas en Brandeburgo: la región que rodea la capital Berlín y donde se encuentra el distrito electoral de Potsdam (al que representa el propio Scholz).

El apoyo nacional a los tres partidos gobernantes se ha desplomado a mínimos históricos. El respaldo a la alianza CDU/CSU ronda el 32% (prácticamente el mismo que al SPD, los Verdes y el FDP juntos) y la AfD está en segundo lugar con alrededor del 18%.

Según Bloomberg, la aplastante derrota de los partidos gobernantes podría provocar que se exija elecciones generales anticipadas y alimentar el debate sobre si Scholz es el hombre adecuado para liderar a los socialdemócratas en las elecciones de 2025.

Kevin Kuehnert, secretario general del SPD, considera que los resultados en las dos regiones también son un mensaje para el Gobierno nacional: «Tenemos que explicar y comunicar nuestras políticas más y mejor, esto se aplica no sólo a Sajonia y Turingia, sino a Alemania en su conjunto», dijo Kuehnert en una entrevista televisiva a ZDF, añadiendo que «debemos tener más confianza en nosotros mismos dentro de la coalición gobernante y mostrar mucho más claramente a los votantes lo que representa el SPD». Por supuesto, ese no es el problema: Alemania en su conjunto conoce muy bien cuáles son las políticas del SPD y se rebela contra ellas.

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