«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
convoca una cumbre urgente en París

Macron busca protagonismo en la UE y se postula como mediador en Ucrania

Emmanuel Macron Y Volodymyr Zelensky. Julien Mattia

Mientras Estados Unidos y Rusia parecen haber iniciado conversaciones para delinear un posible acuerdo de paz, la Unión Europea insiste en que se ve desplazada de la negociación. Ante esta situación, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha tomado la iniciativa y ha convocado a los principales líderes europeos a una cumbre urgente en París con el objetivo de definir una respuesta propia y evitar que el destino de Ucrania se decida sin su participación.

La reunión, programada para los próximos días, ya cuenta con la confirmación de figuras clave como el canciller alemán, Olaf Scholz, y el primer ministro británico, Keir Starmer. También había anunciado su asistencia el líder polaco Donald Tusk, aunque una publicación del ministro de Exteriores de su país, Radoslaw Sikorski, que así lo confirmaba, fue eliminada poco después. En el Elíseo confían en que más mandatarios se sumen a la cita, que tendrá como tema central el futuro de Ucrania y el papel de Europa en su reconstrucción política y económica.

El detonante de esta reacción europea ha sido la aceleración del proceso negociador impulsado por Washington. El vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, causó revuelo en la Cumbre de Seguridad de Múnich con un discurso crítico hacia los socios europeos, lo que encendió las alarmas en varias cancillerías del continente. Poco después, se filtró que los jefes de la diplomacia de EE. UU. y Rusia ya han mantenido conversaciones telefónicas para trazar los primeros esbozos de un pacto que podría implicar concesiones a Moscú.

Desde Bruselas, la preocupación crece ante la posibilidad de que este acuerdo deje a Europa en una posición secundaria y obligue a aceptar términos que no protejan plenamente la soberanía ucraniana. Para tratar de contrarrestar este escenario, la comisaria europea de Ampliación, Marta Kos, ha asegurado que su equipo está trabajando a toda velocidad en el proceso de adhesión de Ucrania a la Unión Europea. La integración en el bloque comunitario es vista como la mejor garantía de estabilidad para el país, sobre todo después de que la entrada en la OTAN haya quedado en segundo plano.

El propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha insistido en que Europa debe reforzar su defensa común si realmente quiere garantizar la seguridad del continente. En una declaración reciente, el líder de Kiev ha recordado a sus socios que sin una estructura militar conjunta, la UE no podrá responder eficazmente a futuras amenazas. Esta idea, que ha sido debatida en múltiples ocasiones sin éxito, cobra ahora mayor relevancia ante la incertidumbre sobre el papel de EE. UU. en la seguridad europea.

Mientras tanto, Macron busca posicionarse como el gran negociador de una «paz justa» para Ucrania. La estrategia del presidente francés no sólo responde a la necesidad de impedir que el Kremlin y la Casa Blanca dicten los términos del acuerdo sin contar con Europa, sino también a su propio interés en fortalecer su liderazgo dentro del bloque comunitario. Frente a la postura estadounidense, que quiere priorizar la estabilización del conflicto, Macron pretende influir en el proceso para evitar lo que considera una rendición encubierta de Kiev.

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