«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Cree el presidente está tratando de minimizar el sentido político del voto

Mélenchon exige la dimisión de Macron y lanza una amenaza: «Cuanto más niega el resultado, más nos dirigimos a una crisis violenta»

La izquierda francesa teme que los macronistas pacten con Le Pen para conseguir la presidencia del Parlamento - EP

El líder del Nuevo Frente Popular (formación de extrema izquierda y antisemita), Jean-Luc Mélenchon, ha concedido una entrevista al diario El País para abordar asuntos de actualidad como la situación política en Francia tras su inesperada victoria, su posición sobre el grupo terrorista Hamas o su intención de abandonar la OTAN.

El político francés de extrema izquierda ha convertido las tortugas en un símbolo personal. Al ser cuestionado sobre por qué adorna con ellas su mesa, Mélenchon ha explicado que inicialmente se autodenominó «tortuga electoral» cuando abandonó el Partido Socialista, en respuesta a las predicciones de su fracaso. Desde entonces, sus seguidores le regalan tortugas. Según el bestiario chino, las tortugas representan el poder político, ya que su caparazón tiene un mapa del imperio. Además, viven mucho tiempo, lo que, según Mélenchon, desespera a sus competidores, quienes piensan que no se librarán fácilmente de él.

En cuanto a su estilo combativo, Mélenchon afirma que es una característica física heredada de su padre, lo que lo hace parecer que escupe fuego y llamas. Esta imagen agresiva se suma a su tenacidad en la política francesa.

La reciente derrota de la izquierda en la elección de la presidencia de la Asamblea Nacional, ganada por la candidata macronista, ha sido un golpe significativo. Mélenchon critica a Emmanuel Macron, argumentando que el presidente está tratando de minimizar el sentido político del voto al afirmar que nadie ganó las elecciones legislativas, a pesar de que la izquierda salió victoriosa en condiciones similares a las de 2022. Mélenchon sostiene que las elecciones deberían resolver crisis, no crearlas, y advierte que la negación de los resultados por parte de Macron está llevando a Francia hacia una crisis violenta.

La incapacidad de la izquierda para designar un candidato a primer ministro sigue siendo un tema de debate. Mélenchon subraya que las conversaciones continúan y recuerda que, aunque hubo desacuerdos en el pasado, la coalición de la izquierda logró unirse rápidamente en las últimas legislativas. Critica a la líder de los ecologistas, Marine Tondelier, por atribuir el estancamiento de las negociaciones a una guerra de liderazgo entre La Francia Insumisa (LFI) y el Partido Socialista (PS). Según Mélenchon, tales acusaciones son perjudiciales para el debate y reafirma que LFI nunca será el problema, manteniendo su objetivo de aplicar todo su programa.

En cuanto a las acusaciones de antisemitismo y la creación de un cordón sanitario por parte de Macron y otros políticos para excluir a LFI, Mélenchon las rechaza enérgicamente. Se siente atacado y humillado por estas acusaciones, que considera «injustas y despreciables«. Señala que nunca se ha tratado a nadie en la política francesa como a él, ni siquiera a Marine Le Pen.

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