Un teatro de París, conocido por sus espectáculos y exposiciones de ideología woke e izquierdista, ha sido okupado por más de 250 inmigrantes ilegales africanos después de que se les permitiera asistir a un evento gratuito ofrecido hace cinco semanas.
El teatro Gaîté Lyrique de la capital francesa organizó el pasado 10 de diciembre una conferencia titulada Reinventar la acogida de refugiados en Francia.
El evento incluyó charlas de académicos de universidades de prestigio y funcionarios de la Cruz Roja, y varios activistas invitaron a inmigrantes ilegales al acto. Sin embargo, al finalizar la conferencia, estas personas, provenientes en su mayoría de antiguas colonias francesas en África occidental, se negaron a abandonar el recinto.
El teatro, aún ocupado, se enfrenta ahora al riesgo de cerrar tras semanas sin ingresos por la no venta de entradas y ha tenido que cancelar todas las representaciones hasta al menos el próximo 24 de enero.
La administración del teatro informó la semana pasada de que el número de okupas inmigrantes en el lugar «sigue aumentando» y ya ha alcanzado los 300.
«Las condiciones sanitarias se deterioran día a día, y los equipos están enfrentando esta situación solos», han señalado en un comunicado. Y han pedido la colaboración de las autoridades locales para encontrar una solución habitacional para los inmigrantes. «Aunque esta ocupación es forzada, es impensable para la Gaîté Lyrique echar a estas personas a la calle en pleno invierno«, han explicado.
El consejo municipal de París, liderado por socialistas y propietario del edificio, asegura haber buscado alojamiento para los inmigrantes sin éxito. Han solicitado al gobierno nacional que intervenga, pero el gabinete izquierdista del presidente Macron ha ignorado la petición y ha evitado involucrarse en el problema.
Según un portavoz del teatro, las cancelaciones de eventos públicos y privados ya han generado pérdidas directas de «varios cientos de miles de euros». El modelo de ingresos del teatro, que depende en un 70% de la venta de entradas y en un 30% de las subvenciones, se ha desplomado.
Comercios locales también han reportado pérdidas económicas debido a la okupación. Un restaurante situado junto al teatro, popular entre los asistentes a las funciones, ha registrado una pérdida de ingresos de 30.000 euros hasta ahora. «Están arruinando mi negocio», ha denunciado la gerente del bistrot, Elia, a The Times. «Se agrupan en mi terraza, fumando porros y peleándose entre ellos. No sólo hemos perdido a los asistentes al teatro porque está cerrado, sino también a los transeúntes, que se alejan asustados por estos jóvenes», ha detallado.
Los inmigrantes afirman tener menos de 18 años, lo que les daría derecho a ser considerados menores no acompañados y a recibir alojamiento y asistencia de las autoridades locales. Sin embargo, los funcionarios locales aseguran que son adultos, conocidos por las autoridades, y que muchos ya dormían en las calles de la ciudad antes de ocupar el teatro. «Esta es una okupación ilegal de un edificio por inmigrantes reconocidos», declararon las autoridades regionales en diciembre.
El colectivo Jeunes du Parc de Belleville, que organizó la ocupación, ha criticado las pruebas de edad y las ha calificado como «racistas y expeditivas». Este grupo, llamado así por el parque parisino que okupaban antes, ha descrito la okupación del teatro como un punto central de su «lucha antirracista y anticolonial«.
Desde el inicio de la okupación, también se están celebrando manifestaciones diarias en las escalinatas del teatro. Vídeos muestran grandes multitudes participando en «asambleas generales», que comienzan con tambores y consignas transmitidas por megáfonos mientras bloquean el acceso al edificio.