«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
todos defendían ideas contrarias al consenso globalista

Bolsonaro, Abe, Trump, Fico, Uribe… víctimas reales frente al relato que advierte sobre la «amenaza de la extrema derecha»

Coche ensangrentado tras el atentado contra Uribe.

Miguel Uribe Turbay, senador colombiano del partido Centro Democrático y precandidato presidencial, fue víctima de un atentado este sábado durante un acto público en Bogotá. Recibió varios disparos en la cabeza y en la espalda y se encuentra aún ingresado en estado crítico. La Policía ha detenido a un sicario menor de edad por su presunta implicación en el ataque, y las autoridades han ofrecido una recompensa de hasta 50 millones de pesos por información que conduzca a esclarecer los hechos.

El ataque contra Uribe Turbay se inscribe en una sucesión de atentados que, en los últimos años, han tenido como objetivo a líderes de perfil conservador o soberanista. En 2018, el entonces candidato y posterior presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue apuñalado durante un acto de campaña. En 2022, el ex primer ministro japonés Shinzo Abe fue asesinado a tiros mientras pronunciaba un discurso en plena calle en Nara. En 2023, el candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio fue tiroteado a la salida de un mitin en Quito. En 2024, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, resultó herido por un disparo durante un acto en Pensilvania. Ese mismo año, el primer ministro eslovaco Robert Fico recibió varios tiros tras una reunión del Gobierno y tuvo que ser operado de urgencia.

Todos estos líderes tenían algo en común: defendían políticas de corte conservador, soberanista, contrarias al globalismo. Ninguno respondía al perfil ideológico que los grandes medios suelen proteger. Y a pesar de esta realidad, la narrativa mediática global sigue insistiendo en que el mayor riesgo para la democracia es el «ascenso de la extrema derecha«.

El atentado contra Miguel Uribe no es un hecho aislado ni fruto del azar, sino la confirmación de que la violencia política, lejos de surgir en entornos conservadores o patrióticos, encuentra su caldo de cultivo en contextos donde se legitima el odio hacia quienes defienden ideas que se apartan del consenso globalista.

Fondo newsletter