El narcotráfico financió las revueltas en Perú. Esto deja entrever la captura de Yover José Auccatoma Leche (36), más conocido en el mundo de la delincuencia como Leche, quien fue apresado hace una semana en Ayacucho.
Él era el líder de una red de narcotráfico que operaba en la zona del Vraem (Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro) y quien habría organizado también el traslado de manifestantes violentos hacia Lima. Estos últimos días se conoció que tres militares y un suboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP) pertenecían a la red criminal del narcotraficante, quienes en un megaoperativo, fueron detenidos.
El portal peruano Trome afirma que Yover José Auccatoma Leche, también estaría detrás del atentado que acabó con la vida de siete policías en la zona de Natividad, y lo señalan como el organizador del traslado de los manifestantes que llegaron a Lima desde el Vraem para protestar contra el Gobierno de Dina Boluarte.
Interceptaciones telefónicas obtenidas por la Dirección Antidrogas de la PNP y la Fiscalía, revelan efectivamente que los miembros del clan participaron en las marchas. Un diálogo entre Santiago y Mery Auccatoma (hermanos de Yover) da cuenta de las coordinaciones sobre las movilizaciones en Lima e incitan a la violencia contra la autoridad.
La semana pasada, el programa dominical Día D reveló parte de las transcripciones de las escuchas en las que los investigados por narcotráfico revelan sus intenciones de radicalizar las manifestaciones que se multiplicaron en varias zonas del país tras la caída de Pedro Castillo.
Según las autoridades policiales peruanas, la red encabezada por Yover Auccatoma dominaba desde hace cuatro años el tráfico aéreo de envíos de cocaína hacía Bolivia, Paraguay y Argentina. Durante dicho periodo, habría logrado enviar aproximadamente 30 toneladas de esta droga a dichos destinos. El Señor de los Cielos, como también le llaman a Auccatoma, logró asociarse con una organización boliviana de tráfico de droga para que sus avionetas aterricen y despeguen con cargamentos de cocaína.
El 20 de diciembre del año pasado, en este mismo espacio, se publicó un artículo titulado El narcotráfico, protagonista en la desestabilización de Perú tras la caída de Castillo, que explicaba cómo la desestabilización que experimenta el Perú era impulsada por el narcotráfico, incluyendo el envío de mercenarios desde la zona cocalera boliviana de El Chapare. «La caravana de narcos del VRAEM que se dirige a Lima probablemente imite lo que hicieron los cocaleros del MAS en Bolivia contra la ciudad de Santa Cruz. Pagaron a los grupos de choque con droga·, aseguraba Vacaflor.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declaró respecto a las manifestaciones vandálicas que incendiaron su país a mediados de año pasado que: «Esta es una alianza con el correísmo y en esta alianza habría participado un tercer actor, que pone el dinero para las protestas, de 18 días, que habrían costado 15 millones de dólare, y ese tercer actor es el narcotráfico».
En cuanto a las manifestaciones realizadas en Colombia en 2021, entre los elementos incautados al jefe de la narco-guerrilla del ELN, alias Fabián, como computadores, discos duros y celulares, se encontraron «varios correos electrónicos que confirmarían el patrocinio económico del grupo guerrillero a integrantes de la Primera Línea para el paro nacional». Como es sabido, el ELN es un cártel de la cocaína.
El escandaloso financiamiento del narcotráfico a las protestas vandálicas en Perú sale a la luz justo antes de la celebración del II Encuentro Regional del Foro Madrid en Lima, en el cual se harán denuncias sobre la pretensión del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla de derrocar al Gobierno, con el fin de reponer en el poder al depuesto presidente golpista Pedro Castillo.
