El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha anunciado este lunes el final del alto el fuego bilateral en algunas regiones con la disidencia del Estado Mayor Central de las FARC, la comandada por Néstor Vera Fernández, alias ‘Iván Mordisco’, tras el asesinato este fin de semana de cuatro menores indígenas en Caquetá, víctimas de reclutamiento forzoso.
«No hay justificación alguna para esta clase de crímenes», ha comenzado Petro en un comunicado tras la celebración de un consejo de seguridad en Casa Nariño por este asunto, y por lo cual, el Gobierno ha decidido de manera unilateral romper el alto el fuego bilateral que se decretó a finales de diciembre del año pasado.
«Se informa que el cese bilateral que había actualmente con este grupo armado en los departamentos de Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo se suspende y se reactivan todas las operaciones ofensivas. Estas actuaciones serán realizadas bajo el respeto a los derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario», ha señalado.
Petro ha informado de que la decisión entrará en vigor en las próximas 72 horas y de que la disidencia ha sido advertida de este cambio de planes, si bien sus delegados «se excusaron» de asistir a la cita en el mecanismo de monitoreo.
No obstante, el alto el fuego bilateral se mantendrá en otras regiones en las que opera el Estado Mayor Central, donde el Gobierno ha constado la efectividad de este mecanismo y cómo se han evitado daños irreparables a la vida de la población.
Por su parte, las disidencias del Estado Mayor Central han señalado que estas acusaciones de estar detrás de la muerte de estos cuatro menores «nunca fueron verificadas» y han alertado de que la decisión del Gobierno de Petro «desatará la guerra» y «multiplicará los muertos».