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Y DE FLUJO DE REMESAS PROVENIENTES DE NORTEAMÉRICA

El recrudecimiento de la dictadura lleva a Nicaragua a romper récords de migración hacia Estados Unidos

Una pared con un cartel de respaldo a Daniel Ortega en Managua, Nicaragua. Reuters

El número de personas que abandonan Nicaragua por la represión y la pobreza va en ascenso, y con ello el flujo de remesas que el país recibe, convirtiéndose así en uno de los principales rubros que sostienen la economía de la nación centroamericana.

Se trata del segundo éxodo provocado por el sandinismo. El primero ocurrió en la década de 1980 cuando huían de la represión y la crisis económica. Igual que en el pasado, Estados Unidos es uno de los principales destinos para los nicaragüenses.

En lo que va del año fiscal 2023 -que concluye el 30 de septiembre- la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), registra hasta junio 120.731 encuentros de nicaragüenses en la frontera sur. Las estadísticas revelan que la mayoría son adultos que han migrado solos, otros 24.849 viajaron en familia; 1.741 son menores solos; y 138 menores acompañados.

La cifra de inmigrantes reportados por la CBP hasta junio es similar al mismo periodo del 2022, con 122,364 ingresos irregulares. Ese número indica que el flujo migratorio no se ha detenido pese al programa de «parole humanitario» que promueve la administración de Joe Biden desde el 5 de enero, el cual permite el ingreso de nicaragüenses que cuentan con un patrocinador, y prohíbe la entrada ilegal de personas de cuatro países: Nicaragua, Venezuela, Cuba y Haití, a través de la frontera sur.

El Departamento de Seguridad Interna (DHS), informó que a 29.500 nicaragüenses le han aprobado el llamado «parole humanitario», un permiso temporal vigente por dos años para permanecer en Estados Unidos.

El flujo de remesas

El principal flujo de remesas es proveniente de Estados Unidos. En los primeros cinco meses de 2023 Nicaragua recibió 1.820,8 millones de dólares por este concepto, lo que representa más del 60% respecto al mismo periodo en 2022.

La migración aumenta en la medida que la represión y la crisis económica se recrudecen.

Gobernado por una dictadura de izquierda que controla el país a través de las armas y la represión, y aislado internacionalmente, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, parece tener alivio con la salida de miles de personas que luego envían millones de dólares para ayudar a sus familias, dinero que promueve el comercio interno y permite llevar alimentos a la mesa de los nicaragüenses. Así, Nicaragua, un país de 6,8 millones de habitantes, ve escapar a su población profesional y en edad productiva.

El académico y exembajador de Nicaragua en Alemania, José Dávila, estima que un 15% de la población ha emigrado de Nicaragua, la mayoría a Estados Unidos, «un país permanentemente víctima de las diatribas sandinistas por parte de la dictadura Ortega-Murillo, pero que hoy irónicamente son esos migrantes que están en Estados Unidos un importante sostén de la economía resquebrajada y de sobrevivencia que ha construido Ortega».

«Es un régimen en la total quiebra moral, aislado internacionalmente por su carácter cruelmente represivo, y señalado de crímenes de lesa humanidad, ha tenido como una de sus consecuencias el éxodo de decenas de miles de nicaragüenses que huyen de la represión».

Pero no solo por la represión, también por la economía. Hasta simpatizantes del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) han emigrado del país con destino a Estados Unidos debido a la reducción de la política clientelista y prebendaria del régimen.

Dávila estima que Nicaragua podría recibir unos 5.000 millones de dólares en remesas, una cifra récord. En 2022 Nicaragua recibió 3.224.9 millones de dólares en concepto de remesas; 80,2% procedentes de Estados Unidos, según las cifras del Banco Central de Nicaragua. Ese monto representa un 50,2% más en comparación que 2021.

Para Dávila, el país ha perdido el interés y la confianza de los inversionistas extranjeros, con una producción exportable en crisis debido a la falta de estabilidad, certeza y por la persecución fiscal de la dictadura contra el sector empresarial. Nicaragua logra alivio en gran parte por las remesas de los migrantes que el mismo Ortega ha expulsado con sus políticas. «Se estima que el país va a recibir unos 5,000 millones de dólares en este año 2023», acotó.  

Asegura que cerca de un millón de familias nicaragüenses podrían estar viviendo de ese volumen de remesas con lo que logran paliar el alto costo de la vida y con los precios del combustible más altos en la región.

La canasta básica cuesta un promedio de 530 dólares, y la mayoría de las familias no disponen de un ingreso superior a los 200 dólares. Quien no tiene familia que le envíe remesas sufre más las consecuencias de la crisis económica provocada por la dictadura.

¿Las remesas contribuyen a oxigenar al régimen?

Para Dávila esa no es «la intención de los migrantes. Que sus remesas sirvan como uno de los sostenes de la dictadura. Pero esta se vale del ingreso de esos recursos para fortalecer la desvencijada economía del régimen. Maldicen a los Estados Unidos, pero se aprovechan de las remesas que llegan a Nicaragua para sostener la maltrecha economía, pues el consumo de las familias es una variable económica que ha estado baja por el estado de pobreza de los nicaragüenses, y con las remesas sube el consumo y se activa la economía», aseveró.

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