«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
HAY MÁS DE 240 REOS DE CONCIENCIA EN NICARAGUA

Los familiares de los presos políticos del régimen de Ortega se convierten en el nuevo blanco de la tiranía

El tirano nicaragüense Daniel Ortega. Twitter

La lista de presos políticos en Nicaragua sigue en ascenso. Nuevas detenciones y la imposición de largas condenas contra opositores y familiares de presos políticos es el escenario con el que inicia el 2023 en un país donde no queda ningún espacio de libertad.

La tiranía de Daniel Ortega no ha desistido de la cacería contra la oposición y de su política del terror.

La lista de presos políticos supera los 240 con las últimas detenciones de Javier Espinoza, Thelma Vanegas, José Ricardo Muñoz y Martha del Socorro Ubilla. Esta última es una mujer de 60 años, madre del preso político Marvin Castellón, y del expreso político Marlon Castellón, liberado en diciembre de 2021. Ambos hermanos fueron detenidos en el contexto de las protestas de abril de 2018.

Ubilla, miembro del comité pro liberación de los presos políticos, fue detenida en medio de su demanda por la libertad de su segundo hijo.

Por otro lado, Ortega no cede en su persecución contra la Iglesia católica. Los juicios continúan contra el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, y el párroco de la Iglesia Santa Martha, en Managua, padre Enrique Martínez Gamboa, ambos sin derecho a la defensa y al debido proceso. La organización de Presos Políticos de Nicaragua, afirmó que ya son 15 los religiosos encarcelados por el régimen sandinista.

A la persecución religiosa se suma la prohibición de las romerías religiosas. Al menos seis tradicionales procesiones han sido vetadas por el régimen en las últimas semanas, según revela en un reciente reporte el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).

Ortega reprime a familiares de opositores

La ola represiva ahora impacta directamente a familiares de opositores en el exilio y de los presos políticos, así lo registra un informe del Mecanismo para el reconocimiento de personas presas políticas, un organismo encargado de monitorear la situación de los presos políticos, pese a que el régimen no informa sobre las condiciones de los reos de conciencia.

El informe indica que las agresiones a familiares de los opositores encarcelados consisten en, por ejemplo, la falta de acceso a información durante prolongados periodos de tiempo sobre sus familiares.

El blanco de la dictadura son los familiares que han denunciado las condiciones infrahumanas a las que son sometidos los presos de conciencia. Las familias se convierten en “víctimas de actos de hostigamiento constantes, amenazas y acoso físico y a través de redes sociales”, señala el documento.

El objetivo de la tiranía es silenciar la denuncia de los familiares que también son víctimas de tortura psicológica al no tener acceso a información oportuna sobre sus parientes y sus condiciones carcelarias.

“Este nuevo mecanismo represivo que toma relevancia en la estrategia de control del régimen en Nicaragua, se ha expresado en detenciones arbitrarias y judicialización de familiares de personas presas políticas. Así como en el incremento de agresiones a familiares durante visitas y en amenazas a personas presas políticas con agredir a sus familias si realizan cualquier acción de resistencia en los centros de reclusión”, revela el informe del organismo.

No hay indicios que el dictador sandinista tenga intenciones de liberar a los presos de conciencia. Por el contrario, recientemente dijo que deberían ser condenados a cadena perpetua y culpa a la oposición y a la Iglesia de los crímenes cometidos por el Estado contra manifestantes pacíficos asesinados con armas de alto calibre de uso exclusivo del Ejército y de la Policía.

Ortega con 27 años en el poder, -11 durante la primera dictadura sandinista (1979-1990) y 16 en la actual-, no parece concebir su salida del poder e instó recientemente a sus partidarios a dormir con un ojo abierto y el otro cerrado “porque las alimañas andan ahí”, en alusión a la oposición.

Kristina Rosales Kostrukova, vocera del Departamento de Estado estadounidense, dijo que la administración de la Casa Blanca continúa utilizando “todas las herramientas diplomáticas y económicas para garantizar la liberación segura de los presos políticas en Nicaragua”.

Al mismo tiempo, la funcionaria dijo que Estados Unidos sigue abierto al diálogo con el régimen de Nicaragua.

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