Y subiendo de tono. Las últimas, no sabemos si insinuaciones o coincidencias en el tiempo, podrían llevar, en la imaginación de los lectores, a actuaciones mafiosas. Lo de acusar a un personaje eclesiástico para que otros, o tal vez los mismos, vayan ustedes a saber, denuncien al denunciado la denuncia para indisponerle, como poco, con Infovaticana, me parece que es rizar el rizo de la novela negra. Entiendo, si fuera verdad, lo de la cabeza del caballo de El Padrino.
Esto va a ser sin duda el suspense del verano porque lo de Rouco, Osoro y Cañizares tenía de oculto lo del color del caballo blanco de Santiago. Hasta el momento tenemos la versión, ya en cuatro capítulos, de Infovaticana. Suponemos que habrá alguna respuesta de Barriocanal. Y me imagino que todos irán con los machos apretados ante una posible actuación de los Tribunales. De momento Infovaticana ya ha acudido a ellos en lo que piensa, a falta de pruebas por ahora, que podría ser una maniobra de Barriocanal o allegados. Caso de confirmarse, cosa de la que no t,engo ni idea sobre si ocurrirá o no, habría alguien que quedaría ante un alto cargo de la Conferencia Episcopal, como Cagancho en Almagro.
Pues ante todo eso estamos. Por mi parte con verdadera curiosidad y algo molesto con Infovaticana por lo de darnos la historia en capítulos. Hoy os enlazo dos más.
Barriocanal quiere cerrar Infovaticana (III): La soledad de Fernando
Barriocanal quiere cerrar Infovaticana (IV): Misteriosos comentarios
En el viejo Oeste de mis admiradas películas esto se resolvería bajo un sol de justicia en la calle principal, prácticamente la única, de una de esas ciudades que curiosamente sólo tenían una calle. la de los duelos. No sé quien saldría del Saloon ni quien se acercaría a él. Es lo mismo. Pero todo hace suponer que habrá disparos. Porque se ha ido mucho más allá del no acepto invitaciones a beber de personas como usted o ha hecho trampas. ¿Hay también un bueno y un malo? Ustedes sabrán. Yo, sin dudarlo, con Jhon Wayne.
Mañana o pasado, para curiosidad de todos, más. ¿Habrá llegado el día del Duelo al Sol? Aunque en esa historia no estaba Jhon Wayne. Yo, con Joseph Cotten.
