Y los manicomios no son buenos. Ni para los encerrados ni para los mismos médicos. Que dicen se terminan contagiando de los residentes.
Ayer os decía como a El Plural no le gustaba 13TV. Y añadía que a mí tampoco aunque ciertamente me gusta mucho menos El Plural. El digital y yo tenemos derecho a que nos guste lo que nos dé la gana y a expresarlo. Sean acertados o no nuestros gustos. Pero es que 13TV y la COPE tampoco le gustan nada a la HOAC:
http://www.periodistadigital.com/religion/espana/2014/07/01/hoac-algunos-medios-de-titularidad-eclesial-son-para-verguenza-nuestra-un-antitestimonio-religion-iglesia-espana-13tv-cope.shtml
Tan nada que hablan de antitestimonio, vergüenza… Y aquí viene lo que no se entiende. El Plural es contrario a la Iglesia. Aborrece la institución desde una izquierda radical.Se entiende. Yo soy un laico que se quiere Iglesia y que, al contrario que el Papa, se confiesa de derechas. Como católico puedo perfectamente tener mis gustos particulares y como hombre de derechas también. Que me guste o no 13TV, que no me gusta, no va incluido en mis obligaciones como católico. Ni tampoco tengo la menor obligación de dejar de ser de derechas porque el Papa no lo sea. O nos diga que no lo es sin que sepamos lo que él entiende por derechas. Porque hasta es posible que de ese derecha de la que él no es yo tampoco lo sea.
Pero nuestras posiciones sobre 13TV y la COPE, a las que podríamos añadir las de Infovaticana para ampliar más el abanico, no tienen nada que ver con las de la HOAC. Porque la HOAC es de la Iglesia, como COPE y 13TV. Quienes allí mandan y dirigen son puestos por los obispos y los retiran cuando les da la gana a los obispos. Pues no se entiende como en un sitio ponen los obispos a uno que al que ponen en otro le parece una vergüenza y un antitestimonio. Se habrán equivocado los obispos, sin duda en uno de ellos, aunque incluso pudiera ser que en los dos. O en el que da antitestimonio y es una vergüenza, o en el que tacha de vergüenza y antitestimonio a lo que no lo es. Pero algo chirría.
No se puede estar permanentemente en un no sabe/no contesta, con la nave permanentemente sin timonel, todos llamándose a andana y la marinería a navajazos entre sí. Antes se decía de la Iglesia aquello de que era una sociedad perfecta porque no necesitaba de nadie para cumplir sus fines. Cualquier contemporáneo, al ver hoy el Patio de Monipodio eclesial si alguien le cuenta lo de la sociedad perfecta se parte de risa. ¿Perfecto eso? Ja,ja,ja.
Pues estas cosas, señores obispos, contribuyen a desacreditar a la Iglesia y a ustedes. El semper idem, el eodem sensu eademque santentia, eran una señal de seriedad, de convencimiento, de fe. Lo de hoy es más bien un cachondeo. Y a quienes lo permiten se les suele respetar poquísimo. E incluso exagero con el poquísimo. Más bien nada.
