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No voy a decir que sea por influencia de la torre de esta cigüeña. Hasta el obispo más lerdo se da cuenta que no tener ni un seminarista es como algo vergonzoso. Pues en Salamanca ni uno de muestra El obispo diocesano, palabra de honor que hay uno, que lleva allí más de once años y que es muy posible que tengan que aguantarlo los salmantinos hasta que presente la renuncia el 4 de noviembre de 2020, seis años y pico más como poco, ha debido pensar que los que tenía para menesteres vocacionales y juveniles le llevaban a la ruina y acaba de hacer algunos cambios. Ojalá den resultado. Ha nombrado un nuevo director del Seminario, auqne de momento no tenga nada que dirigir, haciéndole además delegado de Pastoral vocacional. Se llama José Ángel Ávila y por lo menos, para visitar al Papa, se pone clergyman.
Y también ha nombrado delegado diocesano de pastoral juvenil a otro joven sacerdote que parece que tampoco desprecia el clergyman. Andrés gonzález Buenadicha. A ver si estos dan mejores resultados que los anteriores. Sólo con conseguir un seminarista mejorarían la estadística.
También el obispo López ha nombrado párroco de donde no me importa nada a quien fue rector del Seminario. No sé si el inmediato antecesor de Ávila o si hubo otros por medio. Pues éste, José María Miñambres, es de look moderno. o pijofashion. ¿Tiene algo que ver su look con el hundimiento del Seminario salmantino? Parece que a llenarlo no ha contribuido.
Y el pijofashion:
Lo de pijofashion se refiere exclusivamente a su indumentaria comparada con los dos anteriores. No tengo ni idea de si personalmente es pijo o no. Ni me importa nada. Pero el menda es partidario de que a la gente se le vra lo que es. Si es cura, cura, si militar, militar, si monja, monja y si puta, puta. Con lo que se evitarían múltiples confusiones. Y hasta más de un honrado trabajador de banca o probo funcionario municipal igual se hizo ilusiones hace treinta o cuarenta años, hoy sería imposible cualquier ilusión, con aquella jovencita tan mona y discreta que solía coger el mismo autobús. Nadie podía suponer que era una religiosa estigmatina o de la Compañía de María. Y con el de la corbata azul igual. Una a la que se le haya pasado ya el arroz, o una separada en busca de arreglo Viéndole tan sonriente y arregladito le podría tomar por el bálsamo de fierabrás que curara sus soledades y sus fracasos. Y que ya ha dicho a sus amigas, en la misma situación que ella: Le he echadoel ojo a uno y ese no se me escapa. Por el modo de vestir es jefecillo en el Matadero Municipal o cajero de un banco. Voy a por él. Y la más mala de todas las amigas , en un momento que fue al cuarto de baño para reparar el despintado, comentó: Si ya ha ido a por trescientos y se le escapan todos. Si es que ya está muy pasadita, terció otra. Y una tercera añadió: Y que no sea un cura, que ahora no hay forma de reconocerlos.