El cuerpo diplomático de Venezuela acreditado de El Salvador abandonó la noche del lunes del país centroamericano, tras la orden de expulsión del presidente Nayib Bukele, confirmó este martes un portavoz del Gobierno.
La noche del lunes, Bukele informó en su cuenta de Twitter que «todos los representantes del régimen de Maduro han abandonado nuestro país».
El mandatario, quien llegó a la Presidencia bajo la bandera de la derechista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), señaló que espera que «los 32 millones de venezolanos se cansen, algún día, de un régimen que tiene al país con más riquezas percápita de America Latina, sumido en la miseria».
«Ustedes (venezolanos) tienen el poder de cambiar cuando ustedes quieran. Solo tienen que unirse y hacerlo», agregó Bukele.
Bukele informó, a través de un comunicado la noche del sábado, que se ordenó la expulsión del cuerpo diplomático de Venezuela, al que dio 48 horas, que se cumplieron el lunes, para que abandonaran el territorio.
En respuesta a la decisión del mandatario salvadoreño, el Gobierno de Maduro ordenó el domingo la expulsión del cuerpo diplomático de El Salvador acreditado en Venezuela en atención al «principio de reciprocidad».
El Gobierno venezolano aplicó que el principio de reciprocidad y ordenó la expulsión de los diplomáticos de El Salvador acreditados en el país petrolero, según informó el ministro venezolano de Exteriores, Jorge Arreaza.
El canciller de Nicolás Maduro también arremetió contra Bukele, quien -dijo- «asume oficialmente el triste papel de peón de la política exterior de EE.UU., al dar oxígeno a su estrategia de agresión contra el pueblo venezolano».
Por su parte, el presidente Maduro calificó de «traidor y pelele del imperialismo» a Bukele y señaló que «da vergüenza ver cómo se derrite frente al imperialismo una persona que llegó a la Presidencia con alguna esperanza para el pueblo salvadoreño».
Con la decisión, Bukele rompió con el apoyo que las pasadas administraciones, específicamente las del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que brindaron a Maduro y a su antecesor, Hugo Chávez.
El FMLN, fundado como guerrilla en 1980 y convertido en partido tras la firma de los Acuerdos de Paz en 1992, fue cercano a los gobiernos de Maduro y Chávez, por lo que la administración de Salvador Sánchez Cerén (2009-2014) se abstuvo de votar en sesiones OEA dedicadas a la crisis venezolana.