«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Irán tiene más gobernantes licenciados en universidades de EEUU que EEUU

De enfrentamientos con muertos en Irán hemos pasado en pocos días a la prohibición de la enseñanza del inglés en la educación primaria, lo que parece indicar que, mientras la propaganda continúa, el proyecto general de derribar el régimen fracasa.

La ‘primavera’ no cuaja en Irán. Las protestas, iniciadas por una grave crisis económica que ha provocado la quiebra de varios bancos y unas cifras de paro juvenil espeluznantes, van a menos, en parte gracias a la inteligente estrategia del primer ministro Rouhani, que ha reconocido la legitimidad de las manifestaciones y en lugar de reprimirlas con la dureza esperada las ha neutralizado con ‘contramanifestaciones patrióticas.
La Administración norteamericana, auxiliada por los medios de prestigio, quiere aprovechar este estallido de indignación popular para transformarla en una revuelta generalizada contra el régimen.
Es improbable, por decir poco. Incluso si están descontentos con el régimen, no van a provocar una crisis que beneficie a los que ve como enemigos del país.
En cuanto a la prohibición del inglés en las escuelas, lo explicaba en la televisión estatal Mehdi Navid-Adham: «Enseñar inglés como parte del plan de estudios de la educación primaria en colegios públicos y privados va contra nuestras leyes. La razón es que se presume que la base de la educación a esas edades debe ser la cultura iraní».
Supuestamente, una razón secundaria sería que el inglés aprendido a esa edad introduce al niño al ‘colonialismo cultural’ de Occidente, al darle acceso a medios europeos y americanos que tienen el inglés como idioma común.
Es decir, que un Estado tome decisiones en su plan de estudios oficial sobre cuándo deben aprender determinado idioma sus estudiantes se convierte en noticia internacional. La implicación es que Irán es un país de bárbaros que quiere aislarse voluntariamente del mundo exterior.
Lo que es curioso, porque Irán tiene el Gobierno con más miembros educados en universidades norteamericanas de todo el mundo. Repito: de todo el mundo, más incluso que el propio gabinete de Estados Unidos. El primer ministro, Hassan Rouhani, estudió en la Glasgow Caledonian University; el vicepresidente Mahmoud Vaezi, sucesivamente, en la Universidad Estatal de Sacramento, en la Universidad de San José y en la Universidad de Luisiana; Mohammad Javad Zarif, ministro de Asuntos Exteriores, en Denver; el ministro de Ciencia, Investigación y Tecnología, Mohammad-Ali Najafi, en el MIT, y así hasta una decena.
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