El presidente ruso, Vladimir Putin, ha inaugurado el ‘Muro del Dolor’, que pretende homenajear a las víctimas de la represión soviética
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha inaugurado este lunes el denominado ‘Muro del Dolor’, que pretende homenajear a las víctimas de la represión soviética cuando se cumplen precisamente ochenta años del ‘Gran Terror’, ese período en que Stalin perpetró las mayores purgas (unos 700.000 muertos y millones de represaliados) de su prolijo mandato. Este memorial, elegido por concurso, es uno de los proyectos de mayor envergadura secundado por el Estado y recuerda a quienes padecieron las oleadas de terror que la revolución bolchevique de 1917 trajo consigo.
Durante la presentación, Putin se ha afanado en condenar la sistemática represión de la Unión Soviética: ‘Estos crímenes no pueden tener ninguna justificación. Este terrible pasado no puede ser borrado de la memoria nacional’.
En esta línea, el mandatario ruso ha reflexionado sobre las implicaciones de la violencia del Estado y el objetivo que guiaba a ésta; objetivo que estribaba en la conservación del poder atemorizando a los disidentes. ‘Las represiones no respetaban ni el talento, ni los méritos ante la patria, ni la lealtad ante ella (…) Cualquiera podía ser víctima de unas acusaciones falsas y completamente absurdas’, ha aseverado Putin.
En cualquier caso, el presidente de Rusia, que ejerció como subcoronel del KGB, ha impelido, en el centenario de la revolución bolchevique, a su pueblo a dejar atrás las heridas del pasado: ‘Espero que esta fecha sea entendida por nuestra sociedad como un motivo para pasar página sobre los sucesos dramáticos que dividieron el país y el pueblo; y que sea un símbolo de superación de esta división, un símbolo del perdón mutuo y de que la historia de nuestro país se acepta como es, con sus grandes victorias y sus páginas trágicas’, ha asegurado Putin dirigiéndose a los miembros del Consejo de Derechos Humanos, una entidad de carácter consultivo que impulsó la construcción del memorial.
En el acto, el jefe del Estado ruso ha estado acompañado tanto por el patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa, Kiril, como por la viuda de Alexander Solzhenitsyn, Natalia. Una compañía que no puede ser considerada casual, pues el escritor e historiador ruso padeció en sus propias carnes el terror soviético.
Un monumento con historia
El memorial, inaugurado este lunes por Putin con ocasión del Día de la Memoria de las Represiones Políticas en Rusia, es un bajorrelieve en bronce con figuras humanas; figuras que representan a las víctimas del terror y que se hallan acompañadas por el término ‘recuerda’ escrito en diversas lenguas.
La construcción de un monumento encaminado a homenajear a las víctimas de las represiones estalinistas fue una necesidad que ya expresó el líder comunista Nikita Jruschov en 1961. Sin embargo, hasta el 2015 esa loable idea no se tornó en algo concreto: en ese año, Putin firmó el decreto requerido para construir ese bello memorial que este lunes se ha presentado en sociedad.
