«La lucha de muchos vale por el futuro de pocos» es el nuevo lema de los opositores leales al régimen o de “los falsarios y prostibularios”, como los califica mi compañero de este portal, Daniel Lara Farías.
El lema original “La lucha de pocos vale por el futuro de muchos”, se hizo viral durante las protestas de 2017 en Venezuela cuando un joven de 17 años, Neomar Lander, la acuñó. Lamentablemente, él ya no está entre nosotros, cayó víctima de una bomba lacrimógena que impactó en su pecho lanzada por la Policía Nacional Bolivariana el 7 de junio de ese año. Fue la muerte número 85 de entonces, -según cifras extraoficiales- cuando las calles de Venezuela estaban atiborradas de sueños e ilusiones por la reconquista de la libertad, que hoy sigue secuestrada.
Ese día de junio, Neomar salió a las calles ante el llamado de la dirigencia de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) –ahora Plataforma Unitaria– armado solo con su espíritu idealista, como muchos otros. La pretensión era llegar a la sede del organismo electoral para protestar contra el fraude Constituyente convocado por el chavismo.
La noticia del asesinato de Neomar impactó a la opinión pública. El joven mirandino tenía un carisma especial, siempre llevaba puesta una camiseta con el logo “Yo soy libertador”, forma de expresar que su lucha tenía sentido, porque conducía al beneficio de muchos, de las grandes mayorías.
Al cumplirse dos años de su muerte, Juan Guaidó asistió a un homenaje en honor de Lander, y en ese momento juró: “Honraremos tu sacrificio, Neomar y el de todos nuestros mártires, realizando el sueño por el que dieron su vida: una Venezuela libre. Conquistar la libertad y la justicia será nuestro homenaje a tu inmenso amor y entrega por nuestra tierra”, dijo el entonces interino.
Pero ahora Guaidó y la Plataforma Unitaria olvidan el juramento, negocian con el régimen en México y aceptan unas elecciones con Maduro en la presidencia. Freddy Guevara, segundo de Guaidó, incluso afirmó públicamente que se debe “pasar a un proceso de convivencia” con el Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, los asesinos de Neomar.
Es importante destacar que ni el diálogo en México ni “ganar” unas cuantas alcaldías traerá beneficios a los venezolanos, exceptuando, por supuesto, a algunos corruptos, que podrán recuperar sus fondos robados y congelados cuando se les levanten las sanciones. Quizás sirva para dar durante un período muy breve una imagen de normalidad.
Hasta el Washington Post reconoce que los partidos del G4 están participando en las elecciones regionales para obtener recursos y reactivar su maquinaria, pero no para lograr la libertad de Venezuela.
En resumen, los dirigentes opositores cambiaron el lema de Neomar, ya no es “La lucha de pocos vale por el futuro de muchos”, sino todo lo contrario, la lucha de todos nosotros vale para el futuro de ellos.
Solo un cambio de gobierno –junto con el regreso de las libertades, el respeto de los derechos humanos y las inversiones extranjeras– podrá reactivar nuestra economía, reconstruir la industria petrolera o reparar el acabado sistema eléctrico. Solo un gobierno conformado por gente honesta y capaz podrá equipar los hospitales y garantizar el servicio de gasolina, agua y gas. Solo un gobierno honesto y con mano firme, podrá poner coto a la corrupción, a la delincuencia y a la impunidad.
Espero que la traición de los partidos del G4 sirva para darnos cuenta, finalmente, que con ellos no lograremos la libertad; y que debemos articular cuanto antes una verdadera oposición leal a los venezolanos que honre el lema de Neomar Lander.
