Podrá gustarles o no. Podrán sentirse identificados con sus ideas o no. Pero lo que no podrán decir es que no lo conocen. Porque si algo tiene VOX, el partido liderado por Santiago Abascal, es que habla claro.
Lo hizo este martes en el Hotel Wellington de Madrid. Con lleno absoluto (hubo incluso que habilitar una sala adicional para los asistentes), los representantes del partido hicieron un ejercicio de confesión política visto muy pocas veces. «No escondemos cartas bajo la mesa para llegar más lejos, como hacen otros», resumía Santiago Abascal. Y es cierto. Ni una carta escondida: hablaron de inmigración; de impuestos; de política social; de pensiones; de autonomías; de religión… hasta de etiquetas políticas como la de ‘facha’. Mostraron toda la baraja. Carta a carta.
Alsasua
Y hablaron también de los guardias civiles de Alsasua y de sus novias, que este lunes declaraban ante la justicia para explicar lo que vivieron en octubre de 2016, cuando un grupo de jóvenes radicalizados les propinó una brutal paliza -‘pelea de bar’, lo llama la izquierda- por pertenecer a la Guardia Civil. Temieron por su vida; comprobaron la soledad cuando nadie, nadie, llamó para pedir auxilio en su nombre ni intentó ayudarles; viven todavía con las secuelas de una paliza que podría haber sido mucho más y mucho peor.
'Temí por mi vida. Esa sensación de odio no la he sentido nunca'
Es la España contaminada por el odio separatista. Este miércoles continúa el juicio, declara el dueño de bar… se lo contaremos, aunque mucho nos tememos que las respuestas del testigo serán… cómo decirlo… ¿tibias? El consuelo que nos queda son las imágenes de cientos de personas, este martes, apoyando a los guardias civiles agredidos. Todos somos ellos. Estamos con ellos.
Más de dos mil personas, con las víctimas de Alsasua: 'Viva la Guardia Civil'