El partido de Santiago Abascal presenta en Madrid el programa con el que, segĆŗn las encuestas, desembarcarĆ” tanto en el Europarlamento como en el Congreso de los Diputados. Dos horas de la, posiblemente, declaración de intenciones polĆtica mĆ”s sincera de los Ćŗltimos tiempos (al menos en EspaƱa).
El salón del madrileƱo Hotel Wellington hasta la bandera. Voluntarios repartiendo sillas supletorias, jóvenes y no tan jóvenes sentados en las escaleras, en pequeƱos huecos en los pasillos⦠āAhora ya no tenemos que quitar sillas para disimular los espacios, ahora faltan sillasā, bromea un relajado Santiago Abascal. EstĆ” en terreno conquistado. El pĆŗblico ha ido allĆ a escuchar lo que VOX tiene que decirles.
Y no es poco. Discursos de la presidenta del partido en Madrid, Rocio Monasterio; del secretario general, Javier Ortega Smith y del presidente nacional, Santiago Abascal. Se trata de saber qué se propone este partido inasequible al desaliento que ya es conocido de las empresas demoscópicas -VOX ya figura en el reparto de escaños de las nacionales y la europeas- y de medios de comunicación que hasta ahora lo miraban muy por encima del hombro.
Su protagonismo en el proceso judicial a los golpistas catalanes -una denuncia de VOX ante el juzgado 13 de Barcelona desató las primeras actuaciones judiciales- ha aupado al partido y le ha dado la visibilidad que hasta ahora los grandes medios le negaban. Es su momento -el lleno en el hotel lo confirma- y no van a desaprovecharlo. Hablan alto y claro.
Comienza RocĆo Monasterio. Recuerda que VOX es ese partido que, ademĆ”s de hablar de la unidad de EspaƱa (esa tarea se la deja a Ortega Smith), critica el actual Plan Hidrológico Nacional que permite que Murcia muera de sed mientras el Ebro se desborda.
VOX es, tambiĆ©n, el partido que quiere fomentar la natalidad, el que critica los vientres de alquiler y ansĆa derogar la ley del aborto y el que promete un futuro Ministerio de la Familia. Frente a ‘Ciudablandos’y a la derecha del PP, āque hace polĆtica mirando al banco de la izquierda para ver si sonrĆeā, estĆ” VOX, que āhabla claro y ocupa los espacios vacĆosā que lo estĆ”n por el miedo de quienes, hasta ahora, debĆan llenarnos.
āHay que hablar de esas cosas; hay que seƱalar que dentro de poco deberemos elegir entre AutonomĆas o pensiones; hay que decir a los sindicatos golpistas que no van a romper EspaƱa con nuestro dinero; hay que decir que sobran la mitad de los polĆticos, que se vayan a la cola del paro y vean la emoción que da tener que pagar a un proveedor a tiempo o conseguir un cliente nuevoā. Aplausos en el salón.
Inmigración
Monasterio sigue. Y no evita lo polĆticamente incorrecto. āHay que decir que no queremos dejar pasar a todo el que llame a nuestra puerta; que quien venga tendrĆ” que adaptarse a nuestros valores, que no queremos ver a mujeres sometidas por el burkaā. MĆ”s aplausos.Ā
Pero, para esa EspaƱa por venir, concluye RocĆo Monasterio, ānecesitamos su ayudaā. Petición directa a la audiencia. Que hagan de altavoz, que permitan que el mensaje de VOX llegue a muchos mĆ”s.
Tiempos difĆciles
Son tiempos difĆciles, comienza Ortega Smith. El secretario general de VOX, el abogado que junto a Pedro FernĆ”ndez se ha convertido en pieza esencial del proceso judicial contra los golpistas catalanes, lamenta que āquienes debĆan haber defendido a EspaƱaā hayan preferido estar en ājuegos y trapicheosā. Son tiempos difĆciles, pero āel pueblo espaƱol jamĆ”s ha defraudado en la historia de EspaƱaā. El salón es un aplauso.
Smith se confiesa: su salto a la polĆtica hace dos aƱos no fue por gusto, sino por sentido de la obligación. āRescatar a EspaƱa de las garras de la cobardĆa y la traiciónā. Recuerda los valores aprendidos en su casa y heredados de las generaciones anteriores, recuerda la EspaƱa de bien, a los ciudadanos con los que ha luchado codo con codo para reclamar algo tan justo como la igualdad salarial (se refiere Ortega Smith a la lucha de JUSAPOL y otros sindicatos de PolicĆa y Guardia Civil para obtener el mismo sueldo que las policĆas autonómicas). Homenajea a āhombres de bienā como el fiscal general Maza, fallecido en pleno proceso contra el golpismo catalĆ”n, y recuerda que no aceptó āni una sola de las presiones del Gobiernoā. Agradece tambiĆ©n a la prensa -āa los periodistas valientes que no se arrodillan ante el poder. A los que velan por la independencia, el rigor y la objetividad- su ayuda y, con los recuerdos cumplidos, comienza a repasar el programa de VOX.
No a la memoria histórica. No a la ley del aborto. No a los impuestos de sucesiones, donaciones y plusvalĆa. SĆ a la mayor rebaja fiscal de la historia para que los espaƱoles sean libres para poder crear empleo. SĆ a la independencia real del Consejo General del Poder Judicial. SĆ a la devolución de las competencias de Educación y Sanidad al Gobierno central. SĆ a dotar de recursos dignos a las Fuerzas Armadas. SĆ a una reforma constitucional, la que permita ilegalizar a los partidos separatistas. SĆ al espaƱol en toda EspaƱa: āque ni un solo espaƱol se vea privado de su derecho a hablar en espaƱolā. Y fin al vivir āarrodillados ante Angela Merkelā.
VOX, recuerda Ortega, es āel partido de los valores. No haremos componendas ni acuerdosā, dice. Y lejos de sentirse solos, se saben acompaƱados de ālos espaƱoles que aceptan defender lo que merece la pena ser defendido: EspaƱa, la libertad y la igualdadā.
ĀæAventura pasajera?
Recuerda Ortega Smith que, en los inicios de la andadura, los agoreros decĆan que aquello de VOX era una aventura pasajera. āHemos venido para quedarnos, dijo el presidente del partido, Santiago Abascalā, rememoró Ortega. āNo vamos a parar hasta transformar EspaƱa de arriba a abajo. Ha llegado el momento de decir ābasta yaāā. Convencido de que āpronto en el Congreso se va a oĆr alto y claro la voz de millones de espaƱolesā, Ortega pide, como hiciera antes RocĆo Monasterio, la ayuda de todos los presentes. De esa valiente āresistenciaā de EspaƱa.
āEsto no es normalā
Llega el turno de SantiagoĀ Abascal. El presidente de VOX, que lleva meses recorriendo EspaƱa y llenando salones de toda la geografĆa nacional, se dirige a la audiencia. āFalta un aƱo para las elecciones y estĆ”is aquĆ. Esto no es normalā, seƱala para subrayar āhasta quĆ© punto hay personas esperanzadas y polĆticamente huĆ©rfanasā. En estos 48 meses de andadura – āVOX es un niƱoā, dice Abascal- el partido ha cometido, a juicio de su presidente, muchos errores, Ā«pero tambiĆ©n algunos aciertosĀ». Y los repasa:
La perseverancia: āNadie dice lo que nosotros pensamos. ĀæPor quĆ© nos ha tocado? Porque no habĆa nadie mĆ”s dispuesto a decirlo. Nos hablan del voto Ćŗtil. ĀæNo ha sido Ćŗtil el trabajo de Pedro y Javier en los tribunales? ĀæNo ha sido su trabajo mĆ”s Ćŗtil que los mĆ”s de cien escaƱos de Mariano Rajoy?ā. SeƱala Abascal que, si sin representación parlamentaria han sido capaces de esto, quĆ© serĆ” cuando haya Ā«un puƱado de valientes hablando alto y claro en las Cortes GeneralesĀ».
Segundo acierto: la coherencia. āTerritorial y en el tiempoā. VOX, seƱala Abascal en clara alusión a partido de Albert Rivera, dice lo mismo aquĆ que en Baleares o Barcelona y dice lo mismo ahora que hace 14 meses. āPorque creemos en una nación de espaƱoles libres e igualesā.
Tercer acierto: la claridad. āLa autenticidad. No todos aplaudĆs todo. A algunos os gustarĆ” una parte de nuestra forma de pensar y a otros otra, pero nadie podrĆ” decir que VOX esconde sus cartas en la mesa para llegar mĆ”s lejos, como hacen otrosā.Ā Una claridad que, sentencia, no siempre tiene consecuencias positivas…
āSois fachasā
āPor estar aquĆ; por pensar asĆ, ya sabĆ©is lo que sois. Sois fachasā. Risas entre la audiencia. āSois fachas por amar a vuestra patria; sois retrógrados por tener fe; xenófobos por defender las fronteras y hasta racistas, algo que nunca jamĆ”s hemos sido los espaƱolesā.
Consciente de que VOX y sus seguidores cargan con ātodas las etiquetas del discurso purĆ© de los progresā, recuerda, tranquilo, que con esas etiquetas y ese discurso su partido ha irrumpido en las encuestas y ha doblado su afiliación. āEn Barcelona se ha multiplicado por tresā.
Abascal, que ofreció las que podrĆa calificarse como definiciones del aƱo polĆtico – āRajoy es el albacea testamentario de la polĆtica de RodrĆguez Zapatero y Montoro el auxiliar de los abogados de Puigdemontā- resumió al final de su intervención lo que serĆa la polĆtica administrativa de su partido: āEspaƱa no necesita 17 parlamentos; nos basta con uno. EspaƱa no necesita 17 tribunales supremos; nos basta con uno. EspaƱa no necesita 17 Gobiernos; nos basta con uno. Queremos una EspaƱa polĆticamente centralizada y administrativamente descentralizadaā.
Para eso, recuerda, VOX necesita una mayorĆa de dos tercios que ātodavĆaā no van a tener. āPero si podemos decir ahora que queremos devolver las competencias de Sanidad, Justicia y Educaciónā, subraya. āNo nos da miedo que nos llamen lo que no somos, pero sĆ vamos a decir lo que pensamosā. āO pensiones o AutonomĆas; o becas escolares o AutonomĆas; o el estado de bienestar para todos los espaƱoles o el estado de bienestar para los polĆticos de las autonomĆasā.
Dos horas despuĆ©s del comienzo de la intervención de RocĆo Monasterio, y con el salón todavĆa hasta la bandera, Abascal recuerda que āhay mucho por hacerā. VOX camina hacia el Congreso, y no va solo.