Las agresiones contra los cristianos en Francia han ido tornándose más frecuentes en los últimos años: desde 2008 este tipo de ataques han aumentado en un 245%
En el Occidente hodierno, la mayor parte de los ataques a los cristianos continúan siendo de palabra: insultos, blasfemias, mofas irreverentes… Sin embargo, esta sutil persecución va adoptando, conforme pasan los días y conforme se van normalizando las agresiones, un cariz más burdo, más desafiante.
En Francia, dos mujeres han sido detenidas tras prender fuego a una iglesia del departamento de Morbihan (en Britania); un fuego que no llegó a causar daños graves gracias a la – nunca mejor dicho – providencial intervención de una buena feligresa que acudía a rezar. Ésta, al ver llamas en diferentes puntos del templo, dio la voz de alarma e impidió, de ese modo, una desgracia.
‘Iba a la iglesia a rezar. Cuando abrí la puerta de ésta, vi un espeso humo y a dos jóvenes corriendo en sentido contrario. Llamé a los bomberos inmediatamente’, ha asegurado la mujer en declaraciones a Le Telegramme.
Los bomberos arribaron a la iglesia en torno a las tres de la tarde, y allí se encontraron con diez focos de llamas separados (para prender el fuego, las asaltantes se sirvieron de cortinas, hojas de papel y otros materiales). Un tapiz también resultó dañado como consecuencia de las llamas, mas, afortunadamente, éste era sólo una réplica del tapiz, que permanece en exhibición en otro lugar de Francia.
‘Estoy triste, por supuesto. Sobre todo por aquéllos que atacan de este modo nuestra herencia religiosa. ¡Es una estupidez incalificable! Era consciente de que muchas iglesias de Morbihan habían sido víctimas de robos y actos vandálicos en días recientes, pero nunca pensé que esto fuese a ocurrir en la nuestra’, señala el párroco Gáetan Lucas.
Francia, escenario de cristianofobia
Tal y como recogió Breitbart hace ya unos meses, las agresiones contra los cristianos en Francia han ido tornándose más frecuentes en los últimos años. De esta manera, desde 2008 este tipo de ataques han aumentado en un 245%, al tiempo que otros de carácter antisemita o ‘islamófobico’ se han reducido notablemente.
En este sentido, los ataques contra lugares sagrados católicos crecieron un 17,4% entre 2015 y 2016.
El más sonado caso reciente de cristianofobia en Francia fue el asesinato del sacerdote Jacques Hamel a manos de dos yihadistas en julio de 2016. El padre Hamel, que contaba entonces 86 años, fue degollado mientras oficiaba misa en la iglesia Saint-Etienne-du-Rouvray, en Normandía.
Mismo camino en España
En el último mes de febrero, fundamentalmente a cuenta de los carnavales, los católicos españoles también han padecido numerosas afrentas y mofas. En Las Palmas, por ejemplo, un grupo de drag queens representó, en tono y forma manifiestamente irreverentes, la Última Cena.
En cualquier caso, el más grave de los vituperios tuvo lugar en Santiago de Compostela. No en vano, el pregonero del carnaval de esa ciudad motejó, ante una audiencia con nutrida presencia infantil, a la Virgen María de ‘puta’ y aseguró que la Pilarica acostumbraba a practicarle ‘felaciones’ a Santiago apóstol.