«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Laicismo y anarquismo – Ateísmo y antiestatismo: Liberalismo

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Si la religión debe quedar encadenada en el ámbito de lo privado porque entre las personas hay discrepancias sobre el culto verdadero y entonces surgen discordias… ¿por qué no también la política debe quedar encadenada en el ámbito de lo privado al haber entre las personas discrepancias sobre la ideología buena y emergentes discordias por este motivo? 
Igual de absurdo resulta lo uno que lo otro, siendo igual de absurdos tanto los laicistas como los anarquistas, que además no prescinden de la política ni la religión, pues ambos también representan una forma de religión y de política: un ateísmo y un antiestatismo que en su negación lleva la fuerza positiva de la imposición de lo antinatural.

 

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