Un mecánico de un taller de bicicletas dejó su bici desatendida unos segundos cerca de la puerta del negocio en el que trabaja en Dublín (Irlanda). El breve lapso de tiempo fue suficiente para que dos individuos que circulaban por allí (también en bicicleta) decidieran intentar robarla. El dueño actuó rápidamente y evitó que se la llevaran.