Ahora que sĆ© que no va llegar, que nunca mĆ”s aparecerĆ” todo sucio despuĆ©s de un dĆa de trabajo, de recorrer hospitales o de cambiar el mundo, para descubrir en pocas preguntas o en ninguna lo que llevo dĆas planeando.
Vivir con mi padre ha sido mi mayor fortuna, ningún problema es demasiado grande después de contÔrselo a mi papÔ. Su profundo optimismo, su realismo, lo llevan a encontrar siempre una solución, rescatando la esencia y desechando lo superfluo de cada situación. Su vida ha sido tan plena, tan rica, que cada momento a su lado es para aprender, también, a ser feliz.
Ahora que sĆ© que no va llegar, que nunca mĆ”s aparecerÔ todo sucio despuĆ©s de un dĆa de trabajo, de recorrer hospitales o de cambiar el mundo, para descubrir en pocas preguntas o en ninguna lo que llevo dĆas planeando.Ahora que no responderĆ” ya a cada una de mis consultas sobre el cine, o la Historia, o la FĆsica, o cualquier duda imaginable sobre cualquier tema concebible. Ahora sĆ© que algunos problemas no tienen solución. AhoraĀ siento que un pedazo de mi corazón estarĆ” siempre en soledad.
Mi padre vivió para su familia, para sus amigos, para ayudar a su prójimo, que para él no es un ser abstracto; su prójimo es el cubano de hoy, aquà y ahora. Mi padre vivió para ser feliz.
Se enfrentó al Cambio Fraude con que el gobierno cubano pretende vender una imagen de apertura a la comunidad internacional, mascarada que fue exponiendo paso a paso, dejando al descubierto la estrategia agónica de un puñado de hombres por mantener su poder absoluto. Este gobierno ha empleado una serie de reformas que, si bien alivian algunos sectores de la sociedad, no constituyen el reconocimiento de los derechos para todos:¿por qué no los derechos? Entregan privilegios a aquellos que ya los tienen, o a esos que estén dispuestos a vivir callando para vivir un poco mejor y en muchos casos para sobrevivir.
Mas la labor de mi padre y tambiĆ©n deĀ Harold CeperoĀ no se limitó a exponer el problema. Ellos, junto a otros, diseƱaron y ofrecieron una respuesta al Cambio Fraude. Nos legaron una vĆa que puede ser transitada por todos,Ā una visión de la TransiciónĀ que, empleando la Ley y pacĆficamente, conduce a la Democracia. Esa vĆa esĀ El Camino del Pueblo,Ā y es la propuesta que el movimiento democrĆ”tico cubano, dentro y fuera de la Isla, le hace a todos los ciudadanos para caminar juntos y dar pasos concretos hacia el establecimiento de un Estado de Derecho.
Esta hoja de ruta para el proceso de Transición es apoyada por la mayor parte de la oposición cubana. El Camino del Pueblo es, de hecho, una plataforma de unidad, un espacio para todas las iniciativas que compartan estas demandas tan elementales.
Hoy sabemos queĀ las muertes de mi papĆ” y de mi amigo no fueron ocasionadas por un accidente de trĆ”nsito.Ā Tenemos derecho a conocer toda la verdad. En los Ćŗltimos dos aƱos la represión contra los que se atreven proponer cambios en la Isla ha aumentado drĆ”sticamente.Ā La violencia contra los miembros del Movimiento Cristiano Liberación, y contra toda la oposición democrĆ”tica, es un hecho que cobra vĆctimas dĆa tras dĆa. Este peligroso crecimiento de la violencia, que proviene directamente de las autoridades gubernamentales, viene acompaƱado de un sentimiento de impunidad que debe ser detenido. Para eso es necesaria la colaboración de la comunidad internacional y de todas las personas de buena voluntad.
Pero la represión en Cuba no es sólo contra los miembros de la oposición: la mĆ”s cruel y permanente polĆtica represiva del gobierno cubano ha sido la sostenida por dĆ©cadas contra el pueblo. Porque el obrero que se levanta temprano en la maƱana para ir a trabajar, yĀ regresa a su casa al final del dĆa con menos de 2 dólares en los bolsillos para alimentar a su familia, tambiĆ©n estĆ” siendo reprimido. Porque los exiliados cubanos que viven con miedo a que el gobierno totalitario no renueve sus pasaportes y no puedan visitar a su familia en la Isla, estĆ”n siendo reprimidos. Porque los millones de cubanos, que desde hace medio siglo nunca han participado en elecciones libres, porque la ley electoral en Cuba contempla a un solo candidato para cada posición en las Asambleas Provinciales y Nacional, tambiĆ©n estĆ”n siendo reprimidos.
El gobierno cubano hoy estĆ” tratando de lavar su rostro y conservar su imperio económico.Ā Presionan con sus lobbies en los centros de poder alrededor del mundo, intentando ampliar sus oportunidades comerciales y desviando la atención del problema raĆz de nuestro paĆs, que es la falta de derechos que impide la autogestión a los ciudadanos. La posición de mi padre y del MCL no es en contra de los negocios, por supuesto: es en contra de que esos negocios se hagan por encima de los derechos de los cubanos y a sus espaldas, porque los empresarios son los mismos opresores que ignoran y penalizan las demandas de la pueblo. No son modelos de desigualdad y opresión, como el ruso o el chino, aquello a lo que los cubanos estamos aspirando. Tenemos los recursos y las capacidades necesarias para hacer de esta tierra hermosa que Dios nos dio, un espacio próspero y libre donde cada persona busque la felicidad en la manera que decida.
La primera propuesta de El Camino del PuebloĀ son cambios en las leyes que garanticen libertades fundamentales,Ā por esto el primer paso es la realización del plebiscito del Proyecto Varela. Para preguntarle al pueblo si quieren o no que cambie la ley para ascender a algunos derechos cĆvicos y polĆticos. No conozco ningĆŗn pueblo que haya renunciado voluntariamente a sus derechos.
Desde hace mĆ”s de 10 aƱos el gobierno cubano viola su propia Constitución,Ā al negarse a responder la petición legal que han hecho los mĆ”s de 25 mil ciudadanosĀ que firmaron el Proyecto Varela. Pero los cubanos no quieren mĆ”s vivir en este apartheid polĆtico, y los represores lo saben. La implementación de estas demandas, la celebración de un plebiscito, constituirĆa un avance real hacia la democracia. Apoyarlas es apoyar la voluntad de la ciudadanĆa cubana. Este es el momento de solucionar el problema de manera pacĆfica y legal, con una estrategia que incluya a todos y a la que todos estĆ”n invitados, tambiĆ©n el gobierno, cuya ceguera se hace a cada instante mĆ”s peligrosa para nuestra nación.
En las palabras de mi padre: Estos cambios significarĆan participación en la vida económica y cultural, significarĆan derechos polĆticos y civiles y reconciliación nacional. Ćse serĆa el verdadero ejercicio de la autodeterminación de nuestro pueblo. Debe terminar el mito de que los cubanos tenemos que vivir sin derechos para sostener la independencia y soberanĆa de nuestro paĆs. El Padre FĆ©lix Varela nos enseñó que la independencia y la soberanĆa nacional son inseparables del ejercicio de los derechos fundamentales. Los cubanos que viven en Cuba y en la diĆ”spora, como un solo pueblo, tenemos la voluntad y las capacidades para construir una sociedad democrĆ”tica, justa y libre, sin odios ni revanchas y como lo soñó JosĆ© MartĆ: āCon todos y para el bien de todosā.
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