Desde la fallida consulta catalana, fallida porque el resultado -digan lo que digan- fue bajo para los defensores de la independencia, el soberanismo ha estado a la gresca. Se jugaban dos partidas en simultáneo y eso ha acabado por desalentar a muchos de los que adrenalinicamente soñaban con la Arcadia. Las dos partidas, que siguen jugándose, son por una parte constatar que los partidarios de la secesión fueran mayoría, más de la mitad, y para ello había que hacer elecciones plebiscitarias y, una vez con masa crítica, venía la segunda partida para ver quién legítimamente, por ganar unas elecciones, lideraba el proceso. Ni Mas ni Junqueras estaban dispuestos a regalarle la victoria sin combatir al contrario y eso explica toda la batalla de la lista única o de las varias listas. Al final, como suele ocurrir, el personalismo manda.
Parece que ahora, cuando el soberanismo va de retirada, hay acuerdo con una lista única en la que figuren entre otros los líderes de los dos partidos. ¿Por qué? Probablemente, y así lo indican las últimas encuestas, solo podrán salvar los muebles y aspirar a una victoria, si suman entre ellos y además, como ya hizo Maragall en sus tiempos, incorporan a los líderes de la sociedad civil en la misma papeleta, y a eso van.
No entiendo nada. Si lo más importante era quién lideraría el proceso y ahora esto pasa a un segundo lugar, ¿no será que se han dado cuenta de que el proceso está herido de muerte si no se juntan? ¿Alguien me lo explica?