El Juli quiere hacer como Jose TomĂĄs Ășltimamente: torear lo menos posible, cobrando lo mĂĄs posible y con la mayor comodidad posible.
Por si nos faltaba algo con los comunicados de tres de las cinco figuras amotinadas en contra la empresa de la plaza de toros de Sevilla y mientras dura la resaca del escĂĄndalo cuando no de las sonrisas que han provocado aunque tambiĂ©n no pocos enfados â casi nadie estĂĄ a favor de ellos y ya verĂĄn, sobre todo El Juli, la que les espera en cuanto asomen la gaita en las plazas de España donde compadezcan -, acaba de resurgir un brote mĂĄs de lo que yo di en llamar hace muchos años como tomatosis. Â
Y ÂżquĂ© es la tomatosis? Pues esa clase de partidismo absolutamente incondicional y exacerbado del que ha venido gozando en exclusiva JosĂ© TomĂĄs, tanto por gran parte del pĂșblico como de la mayor parte de la crĂtica. Siendo lo mĂĄs llamativo que, ademĂĄs, implique la enemiga contra los demĂĄs toreros, sobre todo con los mejores. Que tal favoritismo permanezca sin fisuras con JosĂ© TomĂĄs haga lo que haga, actĂșe poquĂsimo o algo mĂĄs que poco, estĂ© bien, mal o regular, toree los toros que toree y pase lo que pase⊠Tanto si le cogen los toros con frecuencia porque sin cogidas el toreo no es nada como decĂan sus panegiristas cuando no habĂa tarde en que no sufriera algĂșn revolcĂłn entre enganchones y tropiezos de sus engaños, como si no le cogen porque es el mago de hoz al que adorna una tĂ©cnica portentosa⊠O si sale de la plaza como un clochard abandonando en medio de la suciedad de una alcantarilla, porque eso es lo mejor que hemos visto en la vida. O si culmina sus actuaciones limpito, por cierto casi nunca, porque hay que ver lo bonito que es nuestro niñoâŠ..En fin, para quĂ© decir mĂĄs de este todo le vale al mesĂas por absolutamente intolerable se mire por donde se mire.
De aquellos gritos que se empezaron a escuchar en las plazas cuando TomĂĄs triunfĂł repetidamente al final de los años noventa, âÂĄÂĄĂ©ste serĂĄ el que acabarĂĄ con todos!!â, a lo que ocurre Ășltimamente con sus sucesivas y en verdad ridĂculas minitemporadas y, no digamos, con la grave cogida que sufriĂł en Aguascalientes que ha dado para toda clase de exageraciones, conferencias, homenajes y hasta varios libros como si ese percance hubiera sido el mĂĄs grave de la historia pese a que el diestro saliĂł del hospital a los cuatro dĂas de sufrirlo y no fue mĂĄs dañino que los centenares cornadas aĂșn mĂĄs graves que han padecido la mayor parte de los que se visten de luces al menos una vez en su vidaâŠ, explica que los cinco amotinados y, sobre todos, quien les comanda, don JuliĂĄn LĂłpez, sueñe con poder hacer y ser tratado lo mismo que JosĂ© TomĂĄs. Cuando lo dijo hace dos años en unas declaraciones, muchos comentamos el pobre concepto que El Juli tenĂa de sĂ mismo si asĂ pensaba â o mĂĄs bien decir envidiaba â sobre el de Galapagar.
En definitiva, que los lodos de la tomatosis han terminado por contaminar a no pocos toreros, embarrados precisamente por pretender que lo mejor que se puede hacer es torear lo menos posible, ganando el mayor dinero posible y con el mĂnimo riesgo posible. Y eso señores, no tiene nada que ver con lo que siempre fueron y deberĂan seguir siendo quienes ejerzan de figuras del toreo con todas sus consecuencias.
Esto explica tambiĂ©n el permanentemente ilusionando o baldĂo empeño de sus acĂ©rrimos y de algunos empresarios que sueñan con su regreso a los ruedos sin querer despertar para no encontrarse con otra negativa del galapagarino no sea que tengan que ir al mĂ©dico para que les recete depresivos.
Ilusionismos que, por supuesto y como siempre, han deparado la apariciĂłn de rumores, no de noticias fidedignas, sobre lo que le han ofrecido por volver a torear en Sevilla aunque sea en una sola corrida. Hace dĂas no sĂ© donde leĂ que por torear en la prĂłxima Feria de Abril le habĂan ofrecido un millĂłn y medio de euros por dos tardes, incluida la del Domingo de ResurrecciĂłn. Seguro que Ă©l querrĂa uno y medio por tarde. O sea, tres por las dos. Porque si a los de Aguascalientes les ha pedido un milloncete de nada â no se lo dieron y por eso no fue-, quĂ© no pedirĂa por hacer el paseo en la Maestranza.Â
Este desasosiego afecta también a las empresas mås enamoradas del genio. De ahà la larga espera deSimón Casas que este año se estå haciendo eterna para empezar a confeccionar las corridas falleras a ver si Tomås se digna hablar con él y le pide torear en Valencia. Otros años por estas fechas, los carteles falleros estaban casi completos o en la calle. Pero como con José Tomås vale todo, habrå que esperar, ver y meter los dedos en la yaga de su divinidad suprema hecha carne mortal.
A mà siempre me asombró el fenómeno de alucinación colectiva que acompaña a José Tomås haga lo que haga. Sobre todo desde que volvió tras su largo retiro. Y es que no le hace falta torear para que, en cuanto salta su nombre, se remueva el orbe taurino como si hubieran resucitado a la vez Joselito, Belmonte y Manolete. ¿Qué digo? Para sus idólatras, estos tres son tres mierdas pinchadas en un palo comparadas con el asombroso matador, el mås grande que vieron los siglos, amén.
Pensando en tan monumental dislate y removiendo papeles, ayer mismo encontrĂ© el recorte de un artĂculo que publiquĂ© en La RazĂłn a propĂłsito de las dos salidas a hombros de JosĂ© por la Puerta del PrĂncipe el año 2001 y me picĂł la curiosidad por ver lo que escribĂ entonces sobre su doble gran triunfo. Lo que sĂ recuerdo muy bien es el terrible cabreo que despertĂł, los muchos insultos que recibĂ y hasta los no pocos conocidos que me dejaron de saludar a raĂz de dicho artĂculo que titulĂ© La Puerta de Galapagar y en el que dije entre otras cosas que ânunca pensĂ© que Sevilla llegarĂa a contagiarse de la alucinaciĂłn colectiva que acompaña a JosĂ© TomĂĄsâ, que âla indudable quietud e impavidez con que suele torear no son motivo suficiente para que, temple o enganche, ligue o no ligue, mate por arriba o por abajo, pinche o acierte en cuantas suertes ejecuta, sea apreciadas y jaleadas como si fueran excepcionales, independientemente de su limpieza o suciedadâ.
Lo que quiere El Juli es que a Ă©l se le perdonen todos los defectos y carencias varias de las que viene abusando desde el año pasado. Lo que quiere es mandar en el toreo con absolutismo cuando lo que ahora suele hacer es mandar en reses sin apenas poder con un ostensible ventajismo y esforzada fealdad. Y eso, despuĂ©s del plantĂłn que ha liderado, nadie que se precie de buen aficionado lo va a pasar por alto. La pena es que en tan doloso propĂłsito haya convencido a sus colegas mĂĄs jĂłvenes en el motĂn â a Morante le trae todo un higa â para que tapen tanta miseria a costa de sus respectivas categorĂas. Connivencia asimismo dolosa que, por supuesto, tambiĂ©n pagarĂĄn mĂĄs caro de lo que creen.
Vivimos tiempos de confusionismo y de falta de valores tanto en la vida comĂșn como tambiĂ©n en el particular mundillo del toreo. Tiempos de mentiras y de exageraciones. Ejemplos recientes han sido la declaraciĂłn de Curro Romero afirmando tan pancho que âes mejor irritar a los pĂșblicos que cansarlosâ. Hay que tener muy poca vergĂŒenza para decir esto a sabiendas de que en su larguĂsima vida profesional, las indudables tardes de inspiraciĂłn artĂstica fueron escasĂsimas al lado de las muchĂsimas â la inmensa mayorĂa â en las que primĂł la golferĂa profesional mĂĄs descarada. TambiĂ©n nos ha llamado la atenciĂłn el titular con el que se acaba de anunciar la âvuelta de Joselito a la cara del toroâ cuando lo que harĂĄ es matar dos animalitos que sabe Dios como serĂĄn en la plaza francesa de Istres. Al leerlo en tan especiales titulares, lleguĂ© a creer que serĂa en Las Ventas⊠AsĂ estĂĄ ahora el panorama. Â
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