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LA MEDIDA SE ENTROMETE EN LA PRIVACIDAD DE LOS EMPRESARIOS Y DISPARA LOS COSTES

TicketBAI: el nuevo sistema tributario con el que el Gobierno vasco quiere controlar cada movimiento de los pequeños empresarios

La Federación de Comercio, Servicios y Hostelería de Álava pide aplazar la implantación del sistema TicketBAI. Europa Press
La Federación de Comercio, Servicios y Hostelería de Álava pide aplazar la implantación del sistema TicketBAI. Europa Press

El Gobierno vasco quiere controlar cada movimiento que los pequeños empresarios y autónomos de la región hagan en sus comercios o locales en lo que supone un cerco sin precedentes a la actividad empresarial en la región.

¿Cómo lo hará? A través de TicketBAI, el nuevo modelo de facturación que las diputaciones forales de la Comunidad Autónoma Vasca tienen previsto implantar, bajo el amparo de la normativa autonómica, y que obligará a los empresarios vascos a enviar, a través de una aplicación de pago y en tiempo real, los datos de todas sus operaciones de compra y venta a las administraciones comunitarias.

En concreto, el software, que será de uso obligado en las tres provincias vascas de forma paulatina a partir del próximo mes de octubre, generará un fichero TicketBAI por cada entrega de bienes o prestación de servicios firmado electrónicamente, lo enviará telemática y simultáneamente a la hacienda foral correspondiente e incorporará en la factura el código TicketBAI y un código ‘QR’.

El programa ya ha empezado a probarse en los comercios de la provincia de Álava y sus comerciantes ya están denunciando la intromisión que este sistema, que les presenta a todos como presuntos defraudadores, representa en su actividad.

El nuevo modelo de facturación excede la información necesaria que necesita y debe recibir la Administración Pública. Es un mecanismo de control de qué se compra, qué se vende y en qué condiciones: se inmiscuye en las actividades personales de los ciudadanos.

Así, el fisco vasco va en contra del Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea que, en su artículo 2.2. c), excluye de su ámbito de aplicación el tratamiento de datos personales “efectuado por una persona física en el ejercicio de actividades exclusivamente personales o domésticas”. El TicketBAI supone una injerencia indirecta en las compras que los ciudadanos deciden realizar y no tienen por qué poner en conocimiento de la Administración Pública.

Para los pequeños empresarios y autónomos vascos, TicketBAI no es solo un mecanismo de control –el propio Gobierno vasco reconoce que se trata de un mecanismo para que las haciendas forales puedan examinar a los contribuyentes y, en concreto, controlar los ingresos cobrados en efectivo–, sino que también les impone una carga extra al obligarles a asumir el coste de la implantación del software.

La inversión mínima (software, ordenadores, terminales de punto de venta-TPV…) para adherirse a TicketBAI oscila entre los 1.200 y los 5.000 euros, según ‘Diario Vasco’. Un nuevo coste para los empresarios y los autónomos en el peor momento posible: cuando todavía no se han recuperado del varapalo económico que supuso el confinamiento y mientras hacen frente a la durísima subida de precios y de la inflación, que ha alcanzado niveles nunca vistos en los últimos 37 años.

Miles de negocios rechazan la medida: ‘No es el momento’

Por ahora, y cuando todavía no se ha implantado totalmente en las provincias vascas –será obligatorio en Álava a partir de octubre, en Guipúzcoa desde noviembre y en Vizcaya en 2024– son miles los pequeños negocios que han rechazado esta medida o han pedido a las Administraciones forales su retraso y una formación previa de los afectados.

Los contribuyentes, en su mayoría, pequeños comercios, están manifestando a las Diputaciones que «no es el momento» de implantar este mecanismo. «No existe fraude fiscal en el pequeño comercio que justifique una urgencia en la implantación obligatoria en los tiempos y el procedimiento marcado por la Diputación», han denunciado desde Dendartean, la agrupación guipuzcoana que agrupa a más de 2.200 comercios de la región.

En Álava, la primera provincia en la que se ha empezado implantar el modelo, decenas de comerciantes y hosteleros, además de quince asociaciones de la región que aglutinan a un millar de establecimientos, se concentraron el pasado 21 de abril frente a la sede de las Juntas Generales de Álava y tiñeron sus locales de negro para protestar contra la inminente implantación del sistema de facturación.

«En los últimos meses, estamos asistiendo con preocupación, al cierre precipitado de comercios emblemáticos de la ciudad, la desertización comercial de algunas zonas históricas de Vitoria…, en gran parte provocado por la carestía y desconocimiento que supone la implantación inminente de un sistema de facturación tan exigente como es el Ticket BAI», denunciaron las asociaciones convocantes.

Las administraciones forales y la autonómica pretenden hacer creer que su implantación se está llevando a cabo de manera escalonada, en función de los sectores, pero la realidad es que los calendarios previstos no dejan margen a las empresas para que puedan adaptarse tecnológicamente a este nuevo sistema.

Los representantes de los comercios y hosteleros del territorio advierten además de que un 70 por ciento de los negocios desconoce cómo y cuándo implantar esta herramienta. Que, de no aplicarse correctamente, puede conllevar sanciones de 20.000 a 40.000 euros.

Con TicketBAI, el Gobierno vasco establece un mecanismo de control social propio de la China comunista con la excusa de una mejora de la lucha contra el fraude fiscal y “ayudar a los contribuyentes”. Por el momento, ni siquiera la Administración ha especificado cuál es la finalidad última de los datos recabados y qué se propone hacer con toda la información extra de los hábitos de consumo que va a recibir.

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