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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Katarina Barley: feminista y favorable a la entrada masiva de refugiados

Así es la ministra alemana que calificó de «absolutamente correcta» la decisión de la justicia de su país de liberar a Puigdemont.


El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mantiene que la decisión de la Justicia alemana sobre el golpista Carles Puigdemont es «una decisión de un tribunal» y que «no ha hablado con Merkel ni piensa hacerlo por este tema», mientras que el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, ha rechazado fomentar el «historial de tensión» con este país y ha insistido en la necesidad de «despolitizar» este asunto.
Lo hizo después de que la ministra alemana de Justicia, la socialdemócrata Katarina Barley, que tras la polémica ha dicho que se trata de un «malentendido», calificara de «absolutamente correcta» la decisión de la justicia de su país en el caso de Puigdemont y señalara que ahora España» tendrá que explicar por qué lo acusa de malversación». Precisamente, este lunes la Audiencia ha pedido al Supremo que envíe información adicional sobre la acusación de malversación de fondos públicos contra Puigdemont, al considerar que en la euroorden falta concreción.
«No será fácil», añadió en declaraciones al diario «Süddeutsche Zeitung» después de que la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein pusiera en libertad a Puigdemont y descartara su extradición a España por el delito de rebelión.
«La decisión de los jueces de Schleswig es absolutamente correcta. La esperaba», aseveró, antes de asegurar que «si España no justifica el otro delito que imputa al dirigente independentista catalán, se levantaría la orden de detención y entonces Puigdemont será un hombre libre en un país libre, es decir, en Alemania» y que «ahora habrá que hablar también de los componentes políticos».
Mientras tanto, desde la oposición el partido de La Izquierda calificó la resolución judicial de triunfo del estado de derecho y de «bofetada» a los Gobiernos de Angela Merkel y Mariano Rajoy.
Barley, actual ministra de Justicia, fue secretaria general de su partido de 2015 a 2017, es una convencida europeísta y está afiliada al sindicato Ver.di. Se define como «feminista» antes que «jurista», y quiso ser ministra de Exteriores. Acusó a la Alternativa para Alemania (AFD) de querer hacer retroceder la igualdad de hombres y mujeres- «quieren regresar a un mundo donde las mujeres estén en la cocina», dijo- y es defensora de la política migratoria de Merkel.
Se posicionó en contra del cierre de fronteras durante la crisis de 2015 asegurando que «tal medida afectaría gravemente la coexistencia europea y causaría un daño significativo al proyecto europeo» y señaló que el verdadero problema era la «integración» y que contra esto había que «aumentar la calidad y el número de cursos e idiomas».
En este sentido, señaló que Trump quería hacer un «aentrada de refugiados e inmigrantes de varios países musulmanes.

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