«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
EL PRESIDENTE DE MÉXICO INSISTE EN SU POLÍTICA ENERGÉTICA

AMLO da un nuevo golpe socialista al sector energético mexicano

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Reuters

El gobierno socialista de México canceló unilateralmente el suministro de gas natural a la sociedad Braskem-Idesa, liderada por la petroquímica brasileña.

La administración de Andrés Manuel López Obrador dijo que no renovará aquel contrato, en un nuevo golpe a la industria energética asentada en la nación.

El corte, aseguró Braskem-Idesa en un comunicado, causó la suspensión total de los procesos de su planta Etileno XXI, ubicada en el sureste de México, con «negativas repercusiones» para sus clientes, por lo que tomará acciones en el marco de la ley para defender sus intereses.

«Ya no hay gas natural para la empresa porque se venció el contrato. No se interrumpió, sino que llegó a su fecha límite y no se va a renovar», dijo el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en su habitual rueda de prensa matutina, sin dar explicaciones para la decisión.

Desde que asumió a fines de 2018, la administración encabezada por López Obrador ha cancelado o pedido revisar millonarios contratos energéticos, una política que ha generado preocupación entre los principales socios inversores en el país, como Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá.

Braskem-Idesa -donde la petroquímica más grande de América Latina tiene un 75% de participación y el mexicano Grupo Idesa el restante- sostuvo que el estatal Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenagas) le informó el lunes que no renovaría el contrato de servicios de transporte de gas natural.

El consorcio agregó que, al día siguiente, Cenagas bloqueó el ingreso del hidrocarburo a pesar de una solicitud de la firma de mantener por 48 horas el bombeo para realizar una parada segura de sus operaciones.

«Las acciones de Cenagas han causado la suspensión total de los procesos de la planta», se lamentó Braskem-Idesa.

«La decisión viola nuestros derechos incluyendo múltiples disposiciones jurídicas vigentes», indicó. «Braskem-Idesa, en cumplimiento de sus responsabilidades fiduciarias y corporativas, debe tomar las acciones que existan en el marco de la ley para la defensa de su derecho y patrimonio».

López Obrador dejó entrever que un contrato más amplio entre el Estado mexicano y Braskem-Idesa también podría romperse. El acuerdo –firmado hace una década y en vigencia hasta 2034– obligó al consorcio a construir el complejo petroquímico Etileno XXI y a la estatal Pemex a entregarle 66,000 barriles por día (bpd) de etano, de los que actualmente es deficitario.

En septiembre, Braskem-Idesa dijo a Reuters que conversaba con Pemex sobre el futuro del acuerdo que, de romperse unilateralmente, obligaría a la estatal mexicana a comprar Etileno XXI, valuado en unos 1,200 millones de dólares, según un anexo del contrato visto por Reuters.

En el pasado, Braskem ha dicho que no renegociaría con Pemex el contrato a 20 años de abastecimiento de etano y que el acuerdo tiene «legalidad» y «legitimidad».

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