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está señalada por transportar terroristas

AMLO estrena los vuelos internacionales de su nuevo aeropuerto militarizado con la aerolínea chavista Conviasa

Conviasa (Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos) es una aerolínea venezolana fundada en 2004. Es la única empresa extranjera que tendrá por ahora vuelos al nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), una infraestructura construida y operada por militares, asentada en instalaciones del Ejército mexicano.

Pero la aerolínea ha sido señalada por muy comprometedoras causas: habría transportado funcionarios corruptos y, posiblemente, terroristas, según diversas fuentes.

Hace ya casi dos décadas, en 2004, Hugo Chávez soñaba con contar con una aerolínea que representara a su república bolivariana y que coadyuvara para el impulso a la economía y al turismo. Fue cuando, exactamente el 30 de marzo de 2004, ese Gobierno crea Conviasa, que pronto pasaría a ser manejada por el ministerio del Poder Popular para el Transporte.

Conviasa –que tiene por slogan “El placer de volar”– iniciará sus operaciones el 21 de marzo de 2022 en el aeropuerto mexicano ubicado en Santa Lucía, ni tan cerca de la Ciudad de México, a donde, con tráfico, podrían hacerse hasta dos horas y media de camino.

Este día –natalicio de Benito Juárez, el presidente indígena zapoteco y masón mexicano tan admirado por la “cuarta transformación”– Conviasa volará su primer avión proveniente desde el aeropuerto de Caracas, la capital venezolana.

Según se expone en los itinerarios de la página oficial de Conviasa, ese primer vuelo –el 3726-, saldrá de Caracas el lunes 21 de marzo a las 10 horas para aterrizar en México a las 13 horas.

El segundo vuelo –el 3727- se realiza ese mismo día despegando a las 16 horas de México para llegar a Venezuela a las 23 horas. El sistema especifica que tales vuelos sólo serán operados el 21 de marzo.

En cuanto a los costos, el vuelo redondo sumaría 391 dólares, poco menos de 8 mil pesos mexicanos. Se indica que el precio podrá ser cubierto con tarjetas de crédito, o bien, con “Petro”, esa criptomoneda que usa el Gobierno bolivariano y chavista de Venezuela.

Conviasa vuela, quizá no muy casualmente, sobre todo a lugares con gobiernos donde impera el socialismo blando. Entre los destinos que cubre están: La Habana, Cuba; Moscú, Rusia; Viru Viru, Bolivia; Cancún, México; Buenos Aires, Argentina; (donde en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini ha sido objeto durante 2021 de conflictos atribuidos a sus fallas de operación y logística); Lima, Perú; Santiago de Chile, Chile; Quito, Ecuador; Guayaquil, Ecuador; Panamá, Panamá, y Madrid, España. 

Traslados de ‘terroristas, uranio y armas’

Según publicó Infobae el 16 de septiembre de 2010, “expertos en inteligencia” habrían advertido la suspensión de la ruta de Conviasa -Teherán-Caracas-, ante las sospechas de que era usada “para trasladar terroristas, uranio y armas”.

En una nota de esta agencia que cita una investigación de la cadena estadounidense Fox News, se expone: «Lo siento, pero ya no estamos volando a Teherán y no sé cuándo se retomarán los vuelos. Era un viaje que salía de Caracas los martes, pero ya no se hace», declaró a Fox News el responsable de los vuelos internacionales de Conviasa, Jenny Gil Romero.

La cadena estadounidense –describe Infobae- “intentó hacer una reserva telefónica para el vuelo VO3744, catalogado como un supuesto vuelo comercial regular y de código compartido con el IR744 de Iran Air”.

Pero Conviasa aseguró que, en tal momento, los viajes estaban ya suspendidos. Sin embargo, “los pasajeros comunes tampoco podían conseguir asientos cuando la conexión funcionaba”.

La cadena de noticias norteamericana, indica Infobae, señalaba que era curioso que «a diferencia de otras reservas de la compañía aérea nacional, las llamadas para realizar reservas en los vuelos a Irán son enviadas a un teléfono celular en Argentina, en lugar de al servicio regular de Conviasa en Caracas».

Y aquí un subrayado: “Expertos en inteligencia” habrían afirmado, explica Infobae, que el «vuelo del terror» –como lo denominó Fox News– fue “exclusivo para Guardianes de la Revolución, miembros de Hezbollah y agentes secretos”.

Añaden que se sospechaba que en tal vuelo “se transportaban armas, terroristas e, incluso, uranio (materia prima nuclear) de Teherán a Caracas”. Explican que “una vez que el avión tocaba tierra en el aeropuerto internacional Simón Bolívar, era inmediatamente abordado por fuerzas especiales venezolanas y separado del resto de los arribos”.

Conviasa ha sufrido sanciones diversas en su breve historia. Muchas de ellos a manos de Estados Unidos o de la Unión Europea, que sancionó a esta aerolínea e incluso le prohibió operar en su espacio aéreo durante aproximadamente un año, de 2012 a 2013.

La Unión Europea colocó en su lista negra a Conviasa por numerosos problemas de seguridad generados en accidentes y relacionados con inspecciones europeas en aeropuertos bajo su custodia.

Luego, en febrero de 2020, los Estados Unidos, a través de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), aplicó una sanción a Conviasa restringiendo sus vuelos en su espacio aéreo. La causa fue por “trasladar a funcionarios considerados como corruptos del Gobierno de Nicolás Maduro”, para proselitismo y recaudación de fondos.

Ese año, declaró el secretario Steven T. Mnuchin, Conviasa fue sancionada por el Departamento del Tesoro de los EEUU por volar a funcionarios corruptos “por todo el mundo e impulsar el apoyo a los esfuerzos antidemocráticos del régimen ilegítimo de Maduro”.  

Por supuesto, Conviasa minimizó los hechos y expresó: “Ante las sanciones nos fortalecemos y elevaremos la flota de CONVIASA a 80 aeronaves; nada amilana el espíritu de expansión de nuestra empresa que tiene el rostro de cada venezolano”.

También la prensa ha publicado información relacionada con un informe que indicaría que esa aerolínea habría tenido un “puente aéreo de narcotráfico” para “favorecer a Hezbolá”.

El informe habría sido elaborado por la Comisión de Seguridad e Inteligencia del Gobierno interino de Venezuela en 2020, y relataría “las actividades de Hezbolá en Venezuela”, así como “la cooperación”, que habría incluido el transporte de militantes terroristas y el tráfico de cocaína, según el medio Primer Informe.

“Hugo Chávez y el expresidente iraní Mahmud Ahmadinejad fueron grandes aliados. Coincidían en su retórica antiestadounidense y sellaron alianzas en diversos frentes”, se narra. “Construcción,  ensamblaje de vehículos y turismo, entraron entre los ámbitos de cooperación oficialmente admitidos tanto por Irán como por Venezuela”.

“Un convenio firmado entre las líneas aéreas Conviasa e Irán Airlines en 2007, y que permitiría vuelos directos al Medio Oriente (Caracas-Damasco-Teherán) tenía poco interés turístico y comercial”, de manera que, de acuerdo a la investigación, “sólo quienes contaban con la autorización del régimen chavista podían viajar en estos vuelos”, que despegaban a menudo “con todos los asientos vacíos”.

Siempre según el portal digital Primer Informe, “un documento del Ministerio para las Industrias Básicas y Minería venezolano reveló que, entre 2007 y 2009, el costo operativo de los vuelos producto del convenio fue de 45 millones de dólares”, en contraste con los ingresos de esa empresa conjunta Irán-Venezuela, que “apenas llegaban a los 15 millones”. Así, las pérdidas reportadas por 30 millones de dólares evidenciaron “lo poco rentable del negocio”.

Primer Informe publica en una nota fechada el 29 septiembre 2020 que “antiguos partidarios chavistas exiliados en los Estados Unidos, revelaron bajo condición de anonimato” que “los vuelos se utilizaron para el transporte de decenas de extremistas islámicos que necesitaban viajar a occidente a través de Irán y Siria, sin ser notados”.

Esto se complementaba –sigue la nota- “con el trabajo de la Embajada de Venezuela en Damasco, que maneja una red que produce y distribuye, auténticos pasaportes venezolanos. Los documentos eran suministrados a los terroristas para ocultar sus identidades», asegura el informe.

Además -continúa el portal aludiendo al documento arriba citado- “se determinó que el avión blanco y naranja de Conviasa, marcado como vuelo VO-3006, habría sido utilizado para llevar cocaína proveniente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a Damasco, para engrosar las finanzas del grupo terrorista, se lee en el reporte”.

Conviasa habría generado de esta manera “un enlace aéreo para un red que incluía a narcotraficantes mexicanos (cártel de los Zetas), al igual que colombianos y venezolanos. Panamá se usaba como sede y todo el dinero alimentaba las finanzas de Hezbolá”.

Siguiendo con la información recogida por Primer Informe, “de acuerdo con un informe del Departamento de Estado de EEUU, el gobierno iraní también exporta su comportamiento destructivo al aprovechar el alcance global de la aviación civil y comercial”.

En cuanto a las aerolíneas mexicanas, las más grandes de la industria ya han confirmado el inicio de sus operaciones desde el AIFA, a partir de la inauguración del próximo 21 de marzo. El nuevo aeropuerto tendría una capacidad de arranque para cerca de 19.5 millones de pasajeros.

Entre las líneas aéreas mexicanas que están confirmadas se cuenta Volaris, que operará un par de rutas desde el AIFA -a Cancún y otra a Tijuana-. Viva Aerobus, incluirá vuelos a Guadalajara y Monterrey, ambas con una frecuencia diaria. Aeroméxico –que ha luchado por su recuperación financiera- iniciará operaciones en abril. Viajará a Mérida y Villahermosa, con un vuelo diario.

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