«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
antes de las cruciales elecciones de medio mandato

La Administración Biden establece un orwelliano ‘Ministerio de la Verdad’ para imponer la información oficial

El presidente de EEUU, Joe Biden. Reuters

Se llama Oficina de la Gobernanza de la Desinformación, por aquello de seguir a Orwell hasta en la bochornosa manipulación del lenguaje, y dependerá del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), y su fin será contrarrestar la «desinformación» que circule por medios y redes, casualmente poco antes de las cruciales elecciones de medio mandato.

Según la publicación Politico, la nueva entidad se centrará en la «desinformación relacionada con la seguridad nacional, enfocada específicamente en la migración irregular y Rusia». La dirigirá Nina Jankowicz, que ha trabajado en el Centro Wilson y asesorado al Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania como parte de la Beca de Política Pública Fulbright-Clinton. También supervisó los programas de Rusia y Bielorrusia en el Instituto Nacional Democrático. Se hacen una idea, ¿no? Oh, también canta canciones eróticas de Harry Potter .

«El objetivo es reunir los recursos (del DHS) para abordar esta amenaza», dijo el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, durante el testimonio del miércoles.

La «amenaza» la conocemos bien. Basta recordar lo que han conseguido hacer, sin tanto instrumento legal, para tapar el extraordinario escándalo de las andanzas corruptas del hijo de Joe Biden el tiempo suficiente como para que Donald Trump saliese de la Casa Blanca. Imaginen cómo será la cosa a partir de ahora. También responde en parte a la amenaza que la libertad de expresión prometida por Elon Musk, nuevo propietario de Twitter, promete para la red social.

Esta «amenaza» ya ha sido respondida por la Unión Europea, ese faro de solicitud maternal sobre los pueblos de Europa, que ha advertido a Musk que podrían prohibir el acceso a la red social en los países del club europeo si abandona las buenas y viejas prácticas censoras de los anteriores dueños. ¿Recuerdan cuando eso pasaba en China y todos nos echábamos las manos a la cabeza?

Por si quedaba alguna evanescente duda sobre el verdadero propósito de la nueva agencia, solo hay que escarbar un poco en el historial de su primera responsable, Jankowicz, autora de «Cómo perder la guerra de la información» y «Cómo ser una mujer en Internet». En un tuit que promociona su segundo libro recién publicado, Jankowiz escribe: «Los hombres irrumpen violentamente en sus menciones y en su vida como el hombre de Kool-aid, exigiendo su atención, pregonando opiniones que creen que son indiscutibles». Luego no se sorprendan.

Los esfuerzos de desinformación más sobresalientes de los últimos años, y los que más han influido en las elecciones norteamericanas, han venido, precisamente, de quienes hoy ocupan el poder, cosas como la censura del escándalo de Hunter Biden o la creación de la nada de la «Trama Rusa». Con la nueva oficina, probablemente el nuevo régimen signifique que no podrá ponerse en duda la desinformación oficial, sin más.

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