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a la provincia ya llegan más pateras que a Canarias

Caos en Almería por la inmigración ilegal: así es el barrio musulmán de El Puche

Magrebíes en la barriada El Puche. RUBÉN PULIDO

Según las últimas estadísticas de ACNUR y los datos registrados hasta la fecha, a Andalucía han llegado ya más de 4.200 inmigrantes ilegales en lo que llevamos de año, cifra que supone un incremento con respecto a datos del año pasado (3.300) superior al 27%. Si bien existen zonas como el archipiélago canario que están siendo duramente castigadas por esta presión migratoria, el área peninsular no se libra de estos incrementos y ya existen lugares donde el aumento de entradas ilegales con respecto al 2020 se sitúa por encima del 45%.

Si atendemos a datos oficiales, desde el miércoles 30 de junio a la provincia de Almería han accedido un total de más de 400 inmigrantes ilegales, el 90%, durante las 48 horas que van desde el día 30 al viernes 2 de julio. Acorde a los datos proporcionados por las autoridades encargadas de la recepción de embarcaciones, fueron un total de 36 las pateras que accedieron en tan solo dos días a costas almerienses. Además, según fuentes de las FCSE, existe una cantidad de embarcaciones indeterminada que escapan al control e identificación de las autoridades debido al bajo número de efectivos desplegados en la zona, por tanto, estas cifras podrían ser más elevadas.

Tomando las cifras oficiales publicadas a través de los diferentes organismos encargados de la monitorización de entradas ilegales a España (ACNUR, Interior, FRONTEX…), solo la provincia de Almería, a fecha 3 de julio, ha recibido el 65% del total de inmigrantes ilegales que han entrado a Andalucía, siendo así una de las provincias españolas más castigadas por esta invasión migratoria, solo superada por Las Palmas. Acorde a lo reflejado a través de los informes publicados por ACNUR y las cifras comunicadas por las FCSE, las costas almerienses ya han recibido más de 2.500 inmigrantes ilegales en lo que llevamos de año, lo que supone un incremento de un 47% si lo comparamos con datos del año pasado (1.700).

En cuanto al número oficial de embarcaciones interceptadas, Almería supera actualmente la cifra de llegadas a todo el archipiélago canario. Según los últimos datos facilitados por el Ministerio del Interior, a las costas canarias han llegado a fecha 30 de junio un total de 185 embarcaciones, un número que dista mucho de las 245 notificadas por las FCSE en Almería. Si bien la cifra total de inmigrantes ilegales llegados a costas almerienses no supera el total de entradas a las Islas Canarias, la presión migratoria que supone este elevado número de embarcaciones resulta bastante preocupante dado el limitado número de efectivos desplegados por las costas de la provincia andaluza. Existe el riesgo de que muchas de estas embarcaciones eludan todo control e identificación policial. No sabríamos quién entra, ni con qué intenciones.

Consecuencias de la inmigración ilegal y descontrolada: Barriada El Puche

Según cuentan algunos ciudadanos que llevan toda la vida viviendo en Almería, el conocido barrio de El Puche, siempre ha sido un barrio en el que su población ha sido extremadamente vulnerable, “nació precisamente con dicha intención, la de proporcionar viviendas a personas que no tenían recursos para tener una vivienda digna”, asevera un ciudadano consultado por La Gaceta de la Iberosfera.

Las condiciones sociales de sus habitantes abocaban a este conocido barrio almeriense a la marginalidad. Parados, ciudadanos con contratos precarios y personas con alguna incapacidad laboral, conformaban el esquema poblacional de la barriada almeriense. “Hace 40 años era un barrio en el que se refugiaban personas como tú y como yo, pero que por circunstancias de la vida se habían quedado sin casa. Hubo inundaciones, otros perdieron sus trabajos, algunas familias en las que uno de sus miembros había caído en la droga perdiéndolo todo, no tiene nada que ver con lo que hay ahora…”, confirman las mismas fuentes.

Magrebíes en la barriada El Puche

Acorde a su testimonio, El Puche ha sido una barriada caracterizada por su alto porcentaje de población gitana, donde hasta hace aproximadamente 20 años, seguían siendo mayoría hasta que, desde hace poco, sobre todo en la última década, esta población gitana se ha ido marchando de la barriada ante la entrada indiscriminada de magrebíes que conviven entre guineanos y una población cada vez más amplia de latinoamericanos.

“Los gitanos cada vez son menos, han entrado en los últimos 5 años muchos inmigrantes de los que vienen en patera. Marroquíes, argelinos y de otros países de África, pero lo que más hay son de Marruecos. Ya casi todo el barrio es de ellos”, afirma un ciudadano almeriense que no vive alejado de la barriada.

Durante la visita a El Puche, desde La Gaceta de la Iberosfera hemos podido confirmar todos estos testimonios. Se trata de un barrio en el que se aprecian grandes focos de marginalidad que conviven entre una alta población musulmana donde sus comercios característicos tienen una fuerte presencia a lo largo de toda la barriada. Pequeños locales de culto, carnicerías ‘halal’, peluquerías y otros comercios rotulados en árabe colman sus calles. Según fuentes de las FCSE se ha experimentado un éxodo de toda aquella población gitana que inicialmente vivía en la barriada almeriense y en estos momentos prácticamente el 90% de su población es musulmana.

En otro orden de cosas, las mismas fuentes de las FCSE sostienen que este barrio siempre ha sido de naturaleza conflictiva, pero confirman que durante los últimos años el número de diligencias ha ido en aumento. “No solo hablamos de robos y narcotráfico, también hemos detectado hace poco un mercado negro de viviendas que lleva investigándose desde hace años”. Por otro lado y en referencia a los mencionados lugares de culto, nos aseguran que existe en estos momentos un alto número de oratorios no detectados. Pisos y garajes ocultos en los que, según confirman, podrían tener lugar procesos de alta radicalización islámica, diferentes doctrinas que escapan en algunos casos al control policial.

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