Los flamantes embajadores argentinos designados para ejercer sus funciones en China, Cuba y Bolivia serán ratificados en sus cargos esta semana después de exponer virtualmente y sin contratiempos los diferentes requerimientos de los integrantes de la Comisión de Acuerdos del Senado presidida por Anabel Fernández Sagasti, senadora mendocina del Frente de Todos, una decisión que consolida el poder de la vicepresidenta Cristina Kirchner dentro del Gobierno de Alberto Fernández.
De esta forma el Senado aprobó los pliegos de los nuevos embajadores estos países ahora sólo resta esperar la votación en el recinto para ratificar a Sabino Vaca Narvaja como nuevo representante en Pekín, a Luis Alfredo Ilarregui en La Habana y a Sergio Ariel Basteiro en La Paz.
«La relación con China se ha profundizado y hoy es el primer socio comercial e inversor financiero y en infraestructuras», ha asegurado Vaca Narvaja.
Recordemos que en 2020 el vínculo entre Argentina y China se profundizó con la aprobación de dos leyes: la incorporación al Banco Asiático de Inversiones y la creación de un Instituto cultural de ese país. Asimismo, el Partido Justicialista logró avanzar también con la negociación para incorporarse a la ruta de la seda, mediante gestiones con el Partido Comunista Chino encabezadas por Vaca Narvaja.
Por otra parte, el candidato a embajador en Cuba destacó la «buena relación diplomática, comercial, científica y cultural» con la dictadura chavusta y expresó su deseo de que la nueva Administración de Estados Unidos, encabezada por Joe Biden, «termine con el bloqueo a la isla» y cuestionó la decisión del expresidente Donald Trump de incluir a Cuba en una lista de países terroristas.
Finalmente, Ariel Basteiro volverá a Bolivia donde ya fue embajador durante el último gobierno de Cristina Kirchner. Basteiro desempeñó sus funciones bajo la gestión de Evo Morales como mandatario lo que le permitió conocer al actual presidente, su entonces ministro de Economía Luis Arce.
El exsindicalista pidió «incentivar las gestiones con Brasil para que acepte a Bolivia en el Mercosur» y se refirió a la caída de Evo Morales en 2019 como «un golpe cívico militar».