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en respuesta a la petición de los empresarios para el plan de recuperación

Draghi permite la entrada en Italia de 70.000 inmigrantes como mano de obra barata

El primer ministro italiano, Mario Draghi. EUROPA PRESS
El primer ministro italiano, Mario Draghi. EUROPA PRESS

El primer ministro de Italia, Mario Draghi, ha firmado un decreto para permitir la entrada de 70.000 inmigrantes procedentes de fuera de la Unión Europea para incorporarse al mercado de trabajo italiano. Italia responde así a las peticiones de los empresarios que necesitan mano de obra barata para reconstruir el país después de la pandemia, especialmente en los sectores de la construcción, la agricultura, la automoción y el turismo.

Así, los permisos de trabajo para extranjeros en el país alpino se han duplicado. «El decreto prevé, por ejemplo, 20.000 extranjeros destinados a los sectores de transporte de mercancías para terceros, construcción y turismo hotelero», explica el diario ABC, que también detalla el origen de los inmigrantes: países de Asia, África y Europa del Este con los que Italia mantiene convenios de cooperación.

La propuesta inicial del ministerio de Trabajo y el de Interior al gobierno fue de 80.000 ingresos, pero fue rebajada a 70.000 después de una petición del líder de la liga, Matteo Salvini, que consideró que la cifra inicial era demasiado alta, según ABC. Aún así, lo previsible es que el Gobierno de Draghi firme en breve nuevos decretos para aprobar nuevos ingresos y así responder a las necesidades de la industria italiana. «Especialmente en la construcción, la demanda es incluso superior a esta cifra», dijo Draghi.

Al parecer, el primer ministro italiano está respondiendo con mano de obra inmigrante a requerimientos como el del grupo WeBuild, líder italiano en construcciones, que ha comunicado al Gobierno que necesita al menos 100.000 trabajadores para sacar adelante el Plan de recuperación.

Ante la multiplicación de permisos de trabajo para inmigrantes, el ministro de Trabajo, Andrea Orlando, ha intentado justificar el decreto explicando que «trata de abordar la realidad y las necesidades de los interlocutores sociales». «(El decreto) está calibrado sobre mecanismos destinados a potenciar el papel de la planificación de flujos, también en una clave de negociación frente a terceros países con el fin de luchar contra el tráfico de seres humanos», ha dicho.

La nueva medida coincide con un año en el que las llegadas de inmigrantes ilegales a las costas italianas se han duplicado, como ha sucedido también en el caso español. Según los datos del ministerio del Interior que recoge ABC, a Italia llegaron 66.482 personas desde el 1 de enero de 2021 al 28 de diciembre; en el mismo período del año pasado fueron 34.134, mientras que hace dos años se limitaban a 11.439.

Sin embargo, y como también sucede en España, el problema al que busca hacer frente Draghi con esta medida no es solo de mano de obra. La tasa de natalidad de Italia se encuentra a la cola de Europa; sin políticas de ayuda a las familias y de fomento de la natalidad–como las que sí se han implantado en países como Hungría– muchas naciones de Europa podrían empezar a optar por políticas de reemplazo poblacional.

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