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Fue encarcelado por acusaciones de corrupción en la trama de Odebrecht

Ecuador: La liberación del exvicepresidente correísta Jorge Glas es utilizada para atacar al Gobierno de Guillermo Lasso

El exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas. Europa Press
El exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas. Europa Press

La liberación de un ladrón es una costumbre habitual en Semana Santa desde hace más de 2.000 años. En el caso de Ecuador se puso en práctica en el 2022 al liberar a quien fue el segundo vicepresidente de Rafael Correa, Jorge Glas, quien estuvo encarcelado hasta ahora.

El exvicepresidente fue liberado de prisión, donde cumplía una sentencia como autor de un delito de asociación ilícita vinculada a la trama de corrupción por los sobornos de Odebrecht, empresa constructora brasileña que sacudió a la región con escándalos que condujeron, incluso, al suicidio del expresidente peruano Alan García.

De acuerdo al Departamento de Justicia de Estados Unidos, Odebrecht pagó 788 millones de dólares en sobornos a cambio de contratos en doce países de Iberoamérica y África, solo hasta el año 2016.

Glas fue condenado junto a su tío Ricardo Rivera, y otros tres imputados, por resolución de los jueces del Tribunal de la Corte Nacional de Justicia (TCNJ) en Quito. La Fiscalía dijo en su momento que Glas recibió alrededor de 13,5 millones de dólares en sobornos por parte de Odebrecht a cambio de contratos de obras cuando era ministro de Sectores Estratégicos entre 2010 y 2012, en el gobierno del expresidente Rafael Correa.

No obstante y a pesar de su prontuario, Glas fue liberado del sistema penitenciario. El presidente del Ecuador, Guillermo Lasso anunció que haría valer su poder sobre el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas (SNAI), para apelar al caso de Glas y que este vuelva tras las rejas.

Dado que la liberación de Glas se dio bajo el Gobierno de Guillermo Lasso, él y su gobierno han sido duramente criticados. En su defensa, el gabinete anunció que no metería las manos en la justicia, pues no quería caer en el autoritarismo que vivió el Ecuador durante el gobierno socialista de Correa, donde no había división de poderes.

«Hay dos tipos de ordenamiento jurídico: uno para políticos y otro para el ciudadano común«

Sin embargo, múltiples abogados constitucionalistas aseguran que no era necesario meter la mano en la justicia en el caso de Glas, sino que bastaba con hacer cumplir la ley. “Hay dos tipos de ordenamiento jurídico: uno para políticos y otro para el ciudadano común”, asegura el constitucionalista Rafael Oyarte.

A su vez, el abogado y profesor de Derecho Constitucional Ismael Quintana recalca que el Ejecutivo cometió errores de omisión, sobre todo por medio del SNAI, particularmente al no participar en la audiencia y permitir que se aprobasen todos los requerimientos de Glas, a quien se le liberó alegando que tenía problemas de salud mental (hasta alucinaciones). Sin embargo, fue observado como una persona saludable al momento de salir de la cárcel y saludar a sus simpatizantes.

Pacto de Gobernabilidad: sospecha incómoda

Una de las acusaciones contra el Gobierno de Lasso, por causa de la liberación de Glas, es que lo hizo (o bien lo permitió) para lograr un pacto de gobernabilidad. En vista que Lasso tiene una minoría en el Poder Legislativo, es acusado por algunos sectores políticos de liberar a Glas para congraciarse con la bancada más fuerte, la de Correa, para lograr aprobar leyes.

Para demostrar que no existe tal alianza, hay quienes piden a Lasso despedir a referentes del correísmo; entre ellos Francisco Jiménez, recientemente nombrado ministro de Gobierno. Cabe destacar que las sospechas se agravan en cuanto Jiménez asumió el cargo, apenas días después de reemplazar a la ahora exministra Alexandra Vela.

Vela renunció a su cargo principalmente (y públicamente) porque Lasso se abstuvo de aplicar la “muerte cruzada”, instrumento legal que le habría permitido al Ejecutivo anular al Poder Legislativo de manera temporal durante el debate que ha planteado el veto de la ley de despenalización del aborto en Ecuador. En su carta de renuncia, Vela asegura que la muerte cruzada era necesaria para “preservar la democracia para transformar el país” y denunció que el Poder Legislativo es “la principal amenaza para la democracia, el régimen republicano y el Gobierno”.

Para la vista y entendimiento del público en general, renunció al gabinete de Lasso una mujer que lo instó a enfrentar a sus rivales y que terminó siendo reemplazada por un hombre que por años fue leal a Correa, lo cual causó profunda indignación.

Como contrapeso, legisladores del partido de gobierno (CREO) se presentaron en una rueda de prensa donde buscaron aclarar que no existe un pacto con el correísmo. Ahora resta que la justicia reconozca la apelación presentada por el oficialismo o, de lo contrario, que aumente la indignación ciudadana.

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