Cada día que pasa se ven más y más extraños los resultados de las últimas presidenciales norteamericanas, que hicieron de un anciano de cuestionable salud mental que apenas atraía en sus mítines a un puñado de seguidores el candidato más votado de la historia de Estados Unidos. Y es que antes de que haya cumplido un año de mandato su popularidad no ha dejado de caer. Ahora, más bien, podría decirse que se despeña: en la última encuesta de USA Today/Suffolk University, su popularidad está en el 37,8%.
Sumen a esto la victoria de los republicanos en Virginia y otras localidades y verán dibujarse el rápido declive del régimen ‘woke’ de una Presidencia que solo nominalmente puede atribuirse a ‘Sleepy Joe‘. Las elecciones parlamentarias de medio mandato prometen ofrecer un panorama muy poco halagüeño para los demócratas, que están dividiendo al país y forzando políticas extraordinariamente impopulares y, en algunos casos, dudosamente constitucionales.
Casi lo más significativo es la deserción en masa de los independientes. Este bloque fundamental de los que no se definen como demócratas o republicanos fue, según los analistas, crucial para la ‘victoria’ de Biden, que se debió -fraudes aparte- a la desafección de buena parte de los neutrales con respecto a la imagen del abrasivo Trump.
Según la encuesta, solo algo más de un tercio de los consultados aprueba su gestión y una holgada mayoría absoluta -un 59%- la desaprueba activamente.
El estudio demoscópico, publicado por USA Today, especifica que, según casi la mitad de los consultados, un 46%, Biden está haciendo un trabajo peor de lo esperado, incluyendo un 16% de quienes reconocen haber votado por él. Este dato es especialmente significativo entre los independientes, entre quienes los que opinan que lo ha hecho peor de lo esperado son siete a uno (44% frente al 6%).
Casi dos tercios, un 64%, dicen no querer que Biden se presente a un segundo mandato en 2024 lo que, en cualquier caso, no nos parece demasiado probable, cifra que incluye un 28% de los demócratas. Aunque hay que decir que quienes se oponen a que Trump repita es solo un poco inferior, un 58%, incluyendo un 24% de republicanos. Este dato debería dar que pensar mucho al partido e incluso a los más acérrimos trumpistas, algo que pretendemos analizar en otra ocasión.
Pero si el estadounidense medio empieza a estar hasta la coronilla de Biden, el presidente es el rey del mambo comparado con su segunda y potencial ‘heredera’, la vicepresidente Kamala Harris, a la que solo traga, por ahora, un 28%.
Más datos interesantes de la encuesta: si se celebraran hoy las elecciones presidenciales y los candidatos fueran los mismos que la última vez, el 44% dice que votaría por Trump, el 40% por Biden y el 11% por un tercer candidato. Oficialmente, Biden venció a Trump en las pasadas elecciones por un 54% frente al 47% de Trump.
¿Y las legislativas de medio mandato? Prometen ser una carnicería para los demócratas: un 46% dice estar decidido a votar por el candidato republicano de su circunscripción, frente al 38% que votará al demócrata, una distancia del 8% que daría al GOP el control de la Cámara y del Senado, sobre todo porque solo necesitan 5 escaños en la primera y uno solo en la segunda para recuperarlo.