El Gobierno de España ha avalado ahora la firma de la ‘Declaración de La Paz’ en Bolivia por parte de su vicepresidente Pablo Iglesias, pese a decir la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, que estaba suscrita «a título individual», y ha manifestado que el texto «representa un compromiso contra las amenazas a la democracia».
Según publica este miércoles el diario español El Mundo, el Ejecutivo ha asumido en una respuesta escrita a la diputada del partido Ciudadanos Marta Martín el contenido del texto y ha afirmado que no debe retirarse la firma de la misma.
En el documento, constituido como respuesta a la ‘Carta de Madrid’ impulsada por la Fundación Disenso en defensa de la libertad, la democracia y el Estado de Derecho en los países que forman parte de la Iberosfera, los líderes de la izquierda iberoamericana aseguraron que «la principal amenaza a la democracia y la paz social en el siglo XXI es el golpismo de la ultraderecha».
Así, los aliados del castrismo en Cuba, del chavismo en Venezuela y de la tiranía de Daniel Ortega en Nicaragua señalaron que el enemigo de la «democracia» es «una ultraderecha que se expande a nivel global, que propaga la mentira y la difamación sistemática de los adversarios como instrumentos políticos, apelando a la persecución y la violencia política en distintos países. Promueve desestabilizaciones y formas antidemocráticas de acceso al poder».
Además de Pablo Iglesias, la declaración la firmaron por el presidente de Bolivia, Luis Arce, y el presidente en Argentina, Alberto Fernández, así como los tiranos Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador) y Dilma Rousseff (Brasil), el antiguo terrorista colombiano del M-19 Gustavo Petro, el exprimer ministro griego -de extrema izquierda- Alexis Tsipras, el francés Jean-Luc Mélenchon y el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, entre otros.