Uno no invoca la ley marcial con la excusa de una protesta pacífica si no es para aplicarla contra sus rivales políticos, porque esa es la verdadera razón de ser de la medida, y es exactamente lo que está haciendo el Gobierno en minoría de Justin Trudeau, ante la pasmosa indiferencia de las democracias occidentales.
Este jueves, la televisión del régimen, CBC, informó de que la policía había detenido a uno de los principales organizadores del ‘Convoy de la Libertad’, Chris Barber, que se encuentra bajo custodia policial y podría enfrentarse a un proceso penal.
«Barber también es uno de los tres organizadores de protestas nombrados en la demanda colectiva presentada ante el Tribunal Superior de Justicia de Ontario por el abogado Paul Champ en nombre de su cliente, la funcionaria pública de 21 años Zexi Li», señaló la CBC con respecto al arresto. «La demanda cita a Barber junto con los otros organizadores del convoy, Tamara Lich y Benjamin Dichter». Lich también ha sido detenida.
Bajo la Ley de Emergencias, anteriormente llamada Ley de Medidas de Guerra, el Gobierno canadiense puede arrestar a cualquier persona sospechosa de oponerse a la política del Ejecutivo con o sin evidencia.
Mientras, la Asociación Canadiense de Libertades Civiles ha anunciado su intención de demandar al Gobierno federal por invocar la Ley de Emergencias en respuesta a las protestas y bloqueos en curso, informa CBC. «Los poderes de emergencia no pueden ni deben normalizarse», dijo la directora ejecutiva de CCLA, Noa Mendelsohn, quien agregó que el uso de la ley «infringe gravemente los derechos de la Carta», el equivalente canadiense a una constitución.
La protesta del convoy en Ottawa lleva más de veinte días paralizando el centro de la capital, al tiempo que otras manifestaciones bloquean los pasos fronterizos en Windsor, Ontario y Coutts, Alberta.
Mendelsohn aduce que los supuestos «actos violentos, racistas y homofóbicos» que alega el Gobierno no justifican la imposición de un estado de suspensión de derechos que viola la Carta de Derechos y Libertades.
«Una protesta es el medio en el que la gente, en una democracia, expone sus agravios políticos de cualquier tipo, ya sean activistas ambientales, estudiantes que toman las calles, defensores de la tierra indígena, trabajadores en huelga, personas que saben que las vidas de los negros importan (Black Lives Matter) y otros que se oponen a las medidas del Gobierno», recordó Mendelsohn, quien agregó que no es necesario que la gente esté de acuerdo con lo que se pide en cada protesta.