«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Arturo Zaldívar ha apoyado cuanto proyecto woke aparece

El presidente de la Suprema Corte de México abraza el supremacismo feminista

Arturo Zaldívar junto a Andrés Manuel López Obrador. Facebook

A Arturo Zaldívar, ministro presidente de la última instancia del Poder Judicial en México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), le molesta mucho el rol que ha jugado el hombre en la historia occidental, según su propia interpretación, bajo el enfoque de la ideología y la perspectiva de género, y el supremacismo feminista. Todos frentes progresistas del marxismo posmoderno.

¿Por qué el apellido del padre debe de ir primero que el apellido de la madre en un acta de nacimiento?, se incomoda el Ministro Presidente -quien junto con otros 10 ministros de la SCJN inyecta sin descanso proyectos woke en la sociedad mexicana-, en un video que subió a su cuenta en Tik Tok este 7 de diciembre.

Se trata del mismo funcionario que no ha escondido su pleno activismo feminista y a favor de la “marea” del trapo verde, que considera al aborto como un “derecho de la mujer” al libre desarrollo de su personalidad, y que sentó los antecedentes legales para descriminalizar ese crimen en todo México hace unas semanas, lo cual originó marchas en más de 80 ciudades del país, sumando más de un millón de personas en contra.  

También es el mismo progresista que sin pudor impulsa las “masculinidades deconstruídas” o “diversas”. El mismo que publicó otro video cuyo remate es la frase woke de oro: “Nos necesitamos todas, todes y todos”.

“¿De dónde deriva esto? ¿Qué acaso los padres son superiores a las madres”, se sigue preguntando el representante la máxima instancia judicial. El orador que en nada se distingue de la narrativa del supremacismo feminista, insiste en mostrar cuál es su escala personal de valores: 

“¿Qué acaso el hombre es superior a la mujer? Esto simplemente es un resabio histórico en el que se pensaba efectivamente, que el hombre tenía una superioridad en la familia, que era el jefe de la familia, y que todos, la mujer y los hijos, y las hijas tenían que obedecerlo y rendirle culto”.

Lo que no explica el señor Zaldívar es cómo se habría de organizar ahora la familia natural para estar acorde con su ideología. Si todos deberían obedecerse sólo a sí mismos, o si los hijos de plano no deberían obedecer al padre sólo porque es varón y esto es incómodo para él.

El video continúa: “Llegó un asunto a la Corte en el que se reclamó la inconstitucionalidad de un artículo del código civil que establecía esta prelación de apellidos”. La Corte dijo que este artículo es inconstitucional, porque “viola la igualdad entre el hombre y la mujer”.

Y sigue: “El papá y la mamá son iguales ante la ley, son iguales ante sus hijos, merecen la misma dignidad, de tal manera que el padre y la madre tienen que ponerse de acuerdo en el orden de los apellidos”.

El ministro no explica en el video qué pasaría si los padres no se logran poner de acuerdo en cuál apellido debe ir primero, pero lo que es seguro es que esta decisión va a causar conflictos que antes no existían al interior de las familias. ¿Se podrá poner en las niñas primero el apellido de la madre y en los niños el del padre? ¿Se sabría que son hermanos si el orden de sus apellidos no coincide?

Luego el ministro prosigue con sus demoledoras críticas culturales a la familia natural tradicional mexicana que tanto le causa escozor:

“Y la sentencia de la Corte no sólo hizo diferencia en la vida de esta familia que acudió al amparo, sino que a partir de ahí se logró la modificación de diversos códigos civiles, de tal suerte que hoy, esa regla mágica e inexorable de que el apellido del hombre tenía que ir antes que el de la mujer, está totalmente superada”, dice con alegría inocultable el Ministro Presidente.

Y finaliza lleno de satisfacción, como si el cometido de la SCJN fuera propiciar cambios culturales y no simplemente impartir justicia:

“Todos somos iguales ante la ley, y este tema que parece insignificante no lo es porque perpetúa estereotipos y justamente lo que requerimos es un cambio de cultura. Lo que requerimos es que la cultura machista se destierre para siempre de nuestro país. En sentencias como ésta, la Corte hace diferencia y genera un cambio cultural hacia una igualdad sustantiva entre el hombre y la mujer”.

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