El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha realizado este miércoles su segunda visita institucional a la ciudad autónoma de Ceuta en menos de un año. Allí ha sido recibido con honores por el líder del Ejecutivo local, Juan Jesús Vivas (Partido Popular), que le ha acompañado a firmar en el Libro de Honor de la Asamblea y se ha rendido a su «querido presidente«, expresión que ha mencionado en siete ocasiones. Así, ha reiterado a Sánchez que siempre podrá contar con la «absoluta lealtad, responsabilidad y sentido de Estado» de su Ejecutivo.
El viaje de Sánchez a Ceuta llega después de tomar la decisión de reconocer la autoridad de Marruecos en el Sáhara occidental, una decisión unilateral de la que no informó a los españoles y que tomó, por tanto, desde el desprecio a la soberanía nacional y al Parlamento, y poniendo en riesgo las relaciones de España con Argelia.
Con esta visita, Sánchez buscaba conseguir una fotografía con Vivas que sirviera de respaldo a su acuerdo con Marruecos. El propio Vivas apoyó el pasado lunes la decisión y dijo que la ciudad autónoma tenía «un protagonismo especial» en la «nueva etapa» que se abría entre los dos países para «zanjar una crisis que ha durado meses».
«Se contempla como condición que se respete la integridad territorial y la soberanía de nuestra ciudad. Esa fue la comunicación que recibí del ministro [de Asuntos Exteriores] y mi respuesta fue positiva, no podía ser de otra manera pensando en los intereses de Ceuta», aseveró.
En este sentido, Vivas, el dirigente que justificó el pasado año el permiso de su formación para que saliera adelante la declaración de «persona non grata» e «indeseable» contra el líder de VOX, Santiago Abascal, por defender las fronteras españolas y denunciar la presencia de «quintacolumnistas» en la ciudad autónoma, agregó que «para Ceuta y para la tranquilidad de los ceutíes, la estabilidad y prosperidad» de la ciudad era importante que Marruecos «respete nuestra soberanía e integridad territorial» y reiteró las «consecuencias positivas» que puede tener el pacto.
Pese a las palabras del barón del Partido Popular, este miércoles se ha conocido que la carta que envió al rey de Marruecos, Mohamed VI, –en la que avala la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 sobre el Sáhara Occidental-, no incluye una mención expresa de Ceuta y Melilla, y que únicamente se limita a manifestar el deseo de que la renovación de la relación entre ambos países sirva para garantizar la integridad territorial, sin aludir de manera expresa a las dos ciudades autónomas.
