Nicaragüenses exiliados han exigido al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), la no aprobación de nuevos créditos y suspender el desembolso de fondos ya aprobados al régimen de Daniel Ortega, argumentando que el financiamiento de esa entidad oxigena a un régimen represivo, señalado de crímenes de lesa humanidad por organismos de derechos humanos.
Benjamín Lugo, de la organización Movimiento por el Cambio calificó de ‘barbarie’ las acciones represivas de la dictadura sandinista. “Ante esta barbarie que se esta viviendo en Nicaragua, nos parece inhumano que esta entidad financiera contribuya a oxigenar a esa dictadura; pensaríamos que están actuando en complicidad con la administración ilegítima de los Ortega Murillo”.
Nicaragüenses exiliados en Costa Rica de las organizaciones “Juntos por Nicaragua” y “Movimiento por el Cambio” acudieron a la sede del BCIE, en San José para entregar una carta destinada a la junta directiva de esa institución en la que hacen hincapié en que el régimen de Ortega es desconocido por más de 25 países que integran el bloque regional de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“No se debe negociar con Estados ilegítimos y mucho menos avalar crímenes de lesa humanidad, cuyas pruebas se sustentan eficazmente en el último informe presentado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI, y el Mecanismo de Seguimiento Especial para Nicaragua (MESNI), además de los hallazgos presentados por la Relatoría para Nicaragua de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)”, dijo Lugo.
Desde 2018, tras la represión a las protestas de abril, la oposición viene denunciando que Ortega emplea los créditos de las instituciones financiera internacionales para reprimir a la población. Leyes de sanciones contra el régimen sandinista como la Nicaraguan Investment Conditionality Act, conocida como ‘Nica Act’, y Reforzar el Cumplimiento de Condiciones para la Reforma Electoral en Nicaragua, ley ‘RENACER’, aprobadas por el Congreso de Estados Unidos tienen como objetivo impedir la aprobación de préstamos de la banca internacional a la dictadura. Sin embargo, la pandemia ha contribuido que el régimen tenga acceso a millonarios fondos.
De enero a septiembre de 2021, el régimen sandinista obtuvo 900 millones de dólares en desembolsos por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el BCIE, destinados a atender la emergencia sanitaria por COVID-19.
La migración de nicaragüenses no se detiene
Lugo dijo que han solicitado al BCIE la revisión y análisis de sus procedimientos debido a que los proyectos de esa entidad financiera “dirigidos al sector salud, energético agua y saneamiento, realmente no están dirigidos al desarrollo de las condiciones de vida de los nicaragüenses. Al contrario, oxigena directamente a la dictadura. Muestra de ello son los datos alarmantes de miles de nicaragüenses que a diario abandonan el país”, esto como consecuencia de la represión y la falta de oportunidades en el país.
La migración de nicaragüenses ha aumentado en los últimos meses hacia Estados Unidos. Casi 50 mil nicaragüenses fueron detenidos en la frontera sur con México en un periodo de cuatro meses de octubre 2021 a enero de 2022, de acuerdo a cifras de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
Cada día los presos políticos están peor
La situación de los presos políticos continúa deteriorándose, mientras Ortega incrementa su política represiva con el cierre de universidades, organismos de la sociedad civil y condena a reos de conciencia. Sobre ese tema, Lugo sostiene que se deben buscar mecanismos a nivel internacional como la iglesia católica, la Cruz Roja Internacional “que puedan contribuir a la inmediata liberación de los presos políticos”. A su juicio, ambas instituciones podrían “con su fuerza moral lograr la liberación [de los reos de conciencia] porque en Nicaragua no hay mecanismos judiciales, no hay ley, todo depende de la capacidad que tengan a nivel internacional de forzar a Ortega que libere a los presos injustamente encarcelados y sentenciados”.
Pero aclara que la raíz del problema en Nicaragua es la dictadura de Ortega y que no basta solo con la liberación de los presos políticos, pues la solución es derrocar al régimen. “El día que salgamos de la dictadura nunca más habrá presos políticos. Ortega te saca [de la cárcel] a 10 o 20 y luego mete a 30. Es decir no existen garantías con Ortega. El tema de raíz es la dictadura, criminales de lesa humanidad”, aseveró.
“Lo que estamos pidiendo es que la comunidad internacional no apoye a Ortega. Es como que el Banco Mundial le aprobará 10 mil millones de dólares en este momento a Putin. No puede ser que financien a alguien que esta catalogado como un criminal de guerra, un criminal de lesa humanidad. Es igual con Ortega, quien está denunciado como un criminal de lesa humanidad. Así de inaceptable sería que el Banco Mundial le entregara miles de millones a Putin como que le entrega el BCIE cientos de millones de dólares a Ortega.
Altos intereses del BCIE
Recientemente el analista político y exdiputado opositor Eliseo Núñez, dijo que Nicaragua tiene “una deuda espantosa” con el BCIE. “Del 2018 al 2021 el BCIE le ha otorgado a Nicaragua préstamos por 1,200 millones de dólares, pero antes de eso la deuda podría aproximarse a los 2 mil millones de dólares. Pagando un interés de 6.5% anual estamos hablando que son 130 millones de dólares en servicios de deuda sin abono a capital”, explicó.
“Lo otro que tiene el BCIE es que no te da plazos de gracia completos como si los otorga el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), que son plazos de gracia completos. No pagas interés ni capital si no hasta cierto punto y a partir de ahí solo abonas intereses y después abonas capital. En el caso del BCIE esto ocurre desde el día en que recibiste el préstamo”.
Para Núñez, la deuda del BCIE es la peor si se compara con la del BID, que presta a menos de 1%, contra 6.5% del BCIE. El endeudamiento ya supera los 14 mil millones de dólares, lo que significa más del 110% del Producto Interno Bruto (PIB).
Ortega ha incrementado la deuda en más de 10 mil millones de dólares desde que llegó al poder en enero de 2007. Al concluir el gobierno de Enrique Bolaños, la deuda externa era de 3,400 millones de dólares. Con ese monto Ortega recibió el gobierno, además de las bases para el crecimiento económico que el sandinismo había destruido durante su primer régimen (1979-1990).
Sin embargo, mientras la oposición en el exilio pide bloquear fondos al sandinismo, el BCIE inauguró las nuevas instalaciones de su oficina de representación en Nicaragua el pasado el 16 de marzo, cuyo costo es de 16.5 millones de dólares.
