La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias en España ha acercado a cárceles próximas al País Vasco a otros cinco presos de la banda terrorista ETA, entre ellos a dos condenados por el asesinato en Sevilla del concejal del Partido Popular Alberto Jiménez-Becerril y de su mujer Ascensión García.
Los acercamientos ya superan el centenar desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno y Fernando Grande-Marlaska es ministro del Interior. La decisión se ha enmarcado en la negociación para aprobar los Presupuestos Generales del Estado con EH Bildu, formación heredera de los terroristas.
En el mismo día, el líder de Bildu, Arnaldo Otegi, condenado por pertenencia a banda armada, ha asegurado que «están en disposición de votar favorablemente» los presupuestos generales del Estado (PGE).
En una entrevista, ha señalado que EH Bildu mantiene «una relación muy fluida» con los partidos que conforman el Gobierno central -los socialistas y los chavistas de Podemos- y está observando «una receptividad importante» a sus propuestas. Por ello, ha afirmado, «a día de hoy, considera de forma sólida la posibilidad de no sólo de facilitar los presupuestos, sino de mantener una actitud proactiva y favorable a que se aprueben».
