La oposición ha condicionado este miércoles al Gobierno izquierdista de Bolivia, al que ha asegurado que «si quiere paz, que abrogue la ley» con la que el gabinete de Luis Arce dice buscar luchar en contra el blanqueo de capitales y que ha dado pie a una serie de protestas y bloqueos que por el momento han dejado más de 150 detenidos y un muerto.
Así se lo ha hecho saber el presidente del Comité Cívico de Potosí, Juan Carlos Manuel, quien además ha responsabilizado a los sindicatos y asociaciones campesinos de la muerte que se produjo el martes en esta ciudad del sur de Bolivia, asegurando que fueron convocados para hostigar a quienes sí se sumaron a las movilizaciones.
«Todo el mundo se acopla a nuestra demanda. Si el Gobierno quiere paz, que abrogue la ley para luego sentarse a dialogar sobre normas que beneficien a la población, que la saquen de la pobreza», ha dicho Manuel en La Razón Radio.
Horas más tarde, Manuel ha anunciado que el Comité Cívico que preside ha declarado personas no gratas al presidente de Bolivia, Luis Arce, y al vicepresidente, David Choquehuanca, además de exigir la renuncia del gobernador del departamento de Potosí, Jhonny Mamani.
Manuel ha calificado a Arce y Choquehuanca de «racistas y discriminadores», además de «enemigos» de los habitantes de Potosí, así como de haberse negado al diálogo, a pesar de que él mismo ha condicionado tal encuentro y la paz, a la derogación de la Ley 1386.