La supuesta ruptura entre Pedro Castillo y el partido marxista que lo llevó a la presidencia, Perú Libre, no convence a la derecha y centroderecha peruanas, que asegura se trata de una estrategia de distracción para diluir a la oposición y su frente de lucha contra la amenaza bolivariana.
“El Partido invoca a su bancada a dar cumplimiento a las conclusiones de esta asamblea, anunciando que no emitirá el voto de confianza al gabinete caviar, no hacerlo implicaría una incoherencia principista”, anunció Perú Libre el pasado 14 de octubre tras concluir su Asamblea Nacional Extraordinaria, en la que discutieron sobre la salida de Guido Bellido de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y la designación del nuevo gabinete, presidido por la activista antiminera Mirtha Vásquez (Frente Amplio) e integrado por personajes tildados como “caviares”, es decir, de la izquierda progresista, promotora de las agendas ecologistas, aborto y género.
Según el comunicado de Perú Libre, este nuevo gabinete simboliza un giro político del gobierno de Pedro Castillo hacia el “centro derechismo”, y estaría compuesto por partidos “sostenidos” (financiados) por oenegés norteamericanas.
“Existe un inocultable giro político del gobierno y su gabinete hacia el centro derechismo, donde incrementaron los representantes caviares, quienes usufructúan del financiamiento exterior, de las patronales empresariales y del propio Estado. Esta composición la integran partidos sin inscripción, sostenidos por ONGs norteamericanas, quienes han cogobernado con los cuatro últimos gobiernos y ahora con actual”, se lee en el documento.
En la misma línea, el vocero del partido oficialista, Waldemar Cerrón, dijo a la prensa que “la bancada de Perú Libre no respalda este gabinete porque consideramos que es una traición a todas las mayorías que han esperado durante muchos años llegar al poder para que sean atendidos y no se tiene acá una consecuencia mínima».
Confundir a la oposición para derrotarla
Para Víctor Andrés Ponce, director del portal El Montonero, la narrativa montada por Castillo y Perú Libre tiene como propósito confundir a la oposición, distraída en conversaciones estériles, para así derrotarla en el debate y defensa de la democracia y el estado de derecho.
“Lo más grave en la derecha y la oposición republicana es que luego de estas bombardas de rupturas oficialistas se comienza a hablar de los ‘comunistas buenos’ y los ‘comunistas malos’, señala.
“De pronto, el debate ya no es entre la propuesta de una constituyente que destruye el país, luego de tres décadas de sostenida reconstrucción y la urgencia de defender la Constitución y las libertades, sino sobre si el presidente Castillo está virando lo suficiente o no hacia el centro.Es como si el comunicado de Perú Libre tuviese un efecto balsámico para el pesimismo. Ya no se debate sobre la realidad sino sobre los comunicados”, precisa Ponce.
Además, añade: “Una oposición así de confundida inevitablemente será derrotada en la defensa de las libertades.No interesa el comunicado de Perú Libre, interesan los hechos. Y el hecho es que el Ejecutivo sigue unificado y absolutamente coherente en el objetivo de la Asamblea Constituyente, que destruye aceleradamente la nación y la economía. Cualquier fuego de artificio solo confirma este proceso. Al margen del comunicado del partido oficial, Pedro Castillo sigue firme en la defensa de sus aliados de Perú Librey el Movadef en el Gabinete y en el desmontaje de la política exterior de Torre Tagle”, asegura Ponce, subrayando al reciente nombramiento de Richard Rojas, un investigado por lavado de activos, como nuevo embajador en Venezuela.
La designación de Rojas pone fin a más de cuatro años de tensas relaciones diplomáticas entre las dos naciones sudamericanas: Perú retiró a su representante en Caracas en marzo de 2017 y expulsó al venezolano en agosto de ese año, durante el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), quien promovió las acciones del Grupo de Lima, una instancia multilateral suscrita por varios países de la región para buscar una salida pacífica a la crisis política y social que sufre Venezuela por culpa de la dictadura de Nicolás Maduro.
Una farsa
Para César Combina, excongresista y activista político, este presunto distanciamiento entre Castillo y Perú Libre es una “farsa” para mecer a la opinión pública y los partidos, mientras detrás de bambalinas la camarilla comunista avanza con su plan de imponer una Asamblea Constituyente al estilo chavista.
Según este dirigente se busca además blindar a los investigados del caso “Los Dinámicos del Centro” -una supuesta organización criminal que habría financiado las campañas de Perú Libre con dinero ilícito- y minar la lucha contra el narcoterrorismo que opera en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), zona tomada por el Militarizado Partido Comunista del Perú, una facción del desaparecido Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso (PCP-SL), organización terrorista que ensangrentó al país andino entre 1980 y 1992.
Recientemente, funcionarios de alto nivel involucrados en el Plan Anual de Reducción del Espacio Cocalero Ilegal alertaron que el nuevo ministro del Interior, Luis Barranzuela -exabogado de Perú Libre- informó a la Administración de Control de Drogas (DEA) que los operativos de erradicación de cultivos ilegales de hoja de coca en el Vraem quedaban suspendidos hasta nuevo aviso.
“La supuesta pelea entre Pedro Castillo y Vladimir Cerrón es una farsa. Mientras nos venden cuentos ellos avanzan con su Asamblea Constituyente, el blindaje a los ‘Dinámicos del Centro’ y petardear la lucha contra el narcoterrorismo en el Vraem”, escribió en su cuenta de Twitter.
De acuerdo con Combina, Castillo ya engañó a los peruanos durante su campaña de haberse distanciado de Cerrón y la facción más radical de Perú Libre, una patraña que se vino abajo cuando nombró a Guido Bellido -operador de Cerrón- como primer ministro, si bien este no duró demasiado en el cargo, pues debió renunciar a pedido del propio presidente al verse asediado tanto por la oposición como sus aliados de la “izquierda moderada” debido a las investigaciones que pesaban en su contra por presunta apología al terrorismo y lavado de activos.
“El juego de la mafia es ganar tiempo y espacios, así como hacer dinero, por lo que el gabinete actual es sólo parte del engaño que empezó en campaña y que hoy tiene el rostro de una ex presidenta del Congreso. Por eso es que no se le debe dar el voto de confianza al Gabinete Vásquez, porque nada cambió”, aseguró Combina en declaraciones a Trome.
