La oposición venezolana que hasta hace nada se nucleaba en torno a Juan Guaidó parece haber rebajado sus expectativas de acceso inmediato al poder en Venezuela. Los partidos del llamado āGrupo de los 4ā (mejor conocido como G-4) han entrado en una fase de abierta campaƱa electoral, con miras a presentar candidatos a gobernadores y alcaldes en el proceso convocado por el chavismo para noviembre de este aƱo.Ā
Militantes de Acción DemocrĆ”tica (AD), Un Nuevo Tiempo (UNT), Primero Justicia (PJ) y Voluntad Popular (VP) han saltado al ruedo con actos de proselitismo electoral en distintos puntos del paĆs. Todo eso sin que haya mediado ninguna explicación o exposición de motivos por parte de esos partidos que indique por quĆ© han pasado de una postura en la que afirmaban que no irĆan a elecciones organizadas por el chavismo (y mientras Maduro estuviese en el poder) a otra diametralmente opuesta, en la que presentan candidatos y llaman a votar.Ā
Las primeras clarinadas sobre la incorporación del G-4 a la campaƱa electoral han coincidido ademĆ”s con el inicio de las conversaciones que ha sostenido el rĆ©gimen socialista venezolano con representantes de la oposición en MĆ©xico, la semana pasada. Luego de estos encuentros incluso fue excarcelado el dirigente de VP, Freddy Guevara y se ha producido la llegada al paĆs de dirigentes de PJ como los ex diputados JosĆ© Manuel Olivares y TomĆ”s Guanipa, quienes hasta hace poco estaban exiliados arguyendo persecución polĆtica.Ā Ā
Las matemĆ”ticas no fallan, y en este caso solo bastarĆa observar como dos y dos suman cuatro. Tal y como se seƱaló en entregas anteriores de La Gaceta de la Iberosfera la operación en marcha buscarĆa utilizar a presos polĆticos, pero sobre todo a exiliados, como eventuales candidatos de oposición en la farsa electoral de noviembre y asĆ otorgarle mayores visos de legitimidad a un proceso de por sĆ bastante dudoso.Ā
Por lo que se aprecia a simple vista, a estos dirigentes que han retornado al paĆs se les ha ofrecido un mĆnimo de garantĆas (que incluirĆan por supuesto el cese a las persecuciones en su contra) a cambio de que se sumen a la lĆnea electoralista promovida por el propio rĆ©gimen para ganar reconocimiento democrĆ”tico en la comunidad internacional.Ā
Aunque hay mucho hermetismo sobre lo que han conversado representantes de la oposición y la tiranĆa roja en MĆ©xico, lo que se atisba lleva a pensar que se ha llegado a un acuerdo sobre permitir que ciertos dirigentes que hasta ahora estaban fuera de Venezuela āregularicenā su situación, volviendo al paĆs. Claro, siempre y cuando ese regreso estĆ© enmarcado dentro de una lĆnea de acción que tenga a las elecciones regionales de noviembre como norte. Un negocio redondo.
Si se revisa la actividad reciente de los cuatro partidos que componen el G-4 (hasta hace nada el principal soporte polĆtico interno de Guaidó), la cosa se va aclarando aĆŗn mĆ”s:Ā
En el caso de Primero Justicia, la primera actividad pĆŗblica que ha realizado TomĆ”s Guanipa tan pronto pisó Venezuela fue el acompaƱamiento a una actividad de apoyo al pre candidato a gobernador del estado Miranda (norte-centro) de su partido, Carlos OcarĆz. JosĆ© Manuel Olivares, quien tambiĆ©n milita en esa formación, ha llegado a Venezuela lanzando directamente su candidatura a gobernador del estado La Guaira (norte-centro).Ā
Acción DemocrĆ”tica tambiĆ©n se ha ido incorporando de manera cada vez mĆ”s abierta a la puja por las gobernaciones de Estado. El propio Secretario General del partido, Henry Ramos Allup, se ha encargado de promover a travĆ©s de su cuenta en Twitter las concentraciones y actos de campaƱa de los militantes de su formación. Tal es el caso del respaldo que le concedió en dĆas recientes a Sobella MejĆas, quien aspira a convertirse en gobernadora del estado Lara (centro-occidente).
Un Nuevo Tiempo es un partido que fundamentalmente solo conserva algĆŗn grado de influencia en el estado petrolero del Zulia (noroccidente). AllĆ, el mĆ”ximo dirigente del partido y excandidato presidencial, Manuel Rosales, lleva semanas en actividades rutinarias de campaƱa y ha presentado nuevamente su aspiración a ser gobernador de la entidad (ya ejerció el cargo desde 2000 hasta 2008).
Voluntad Popular es, quizĆ”, el partido que, dentro de este grupo, se ha manejado con mĆ”s reservas durante estos dĆas previos a la farsa electoral convocada por el chavismo para noviembre. Sin embargo, un dirigente importante de la organización que incluso fue preso polĆtico, como Daniel Ceballos, ya ha arrancado su campaƱa como precandidato a la gobernación del estado TĆ”chira (occidente). VP es la formación en la que milita el propio Guaidó, con lo que el asunto se enredarĆa aĆŗn mĆ”s.Ā Ā
Todo no acaba aquĆ, puesto que en dĆas recientes la rectora chavista del CNE, Tania DāAmelio, ha recordado que no basta con tener la voluntad de postularse para ser candidato a las elecciones de noviembre, puesto que existen requisitos y limitantes que excluirĆan de antemano a varios de los precandidatos de oposición de dicho proceso. Por ejemplo, en enero de este aƱo el Contralor General de la RepĆŗblica designado por el rĆ©gimen, Elvis Amoroso, inhabilitó a 28 diputados de la oposición para aspirar a futuros cargos pĆŗblicos. En la lista destacan, entre otros, Juan Guaidó, TomĆ”s Guanipa, AmĆ©rico de Grazia y JosĆ© Manuel Olivares.Ā
En todo caso, la oposición nucleada en torno al llamado G-4 (y desde el arranque de las negociaciones de MĆ©xico en la denominada Plataforma Unitaria) tiene hasta este fin de semana para decidir si inscribe formalmente o no candidatos a la elección de noviembre, dado que este domingo culmina el lapso que ha dado el CNE chavista para formalizar las listas de aspirantes. Y tendrĆ”n que hacerlo, ademĆ”s, en un contexto en el que la mayor parte de las tarjetas polĆticas de esas organizaciones no estĆ”n disponibles, dado que han sido robadas por el rĆ©gimen a travĆ©s del nombramiento de directivas paralelas.
Sin embargo, esto no parece desestimular a la mayorĆa de estas organizaciones que, como se ha apuntado mĆ”s arriba, ya han arrancado abierta o soterradamente procesos de campaƱa en varias regiones de Venezuela, con o sin la anuencia de Guaidó. Todo sin que medie explicación alguna del por quĆ© hasta hace nada concebĆan al sistema electoral chavista como tramposo, pero ahora sĆ es apto para inscribir candidatos y llamar a votar. Un sin sentido de comienzo a fin.Ā
QuizĆ” se trata de la sacada de silla final de estos partidos a un gobierno interino que desde hace rato venĆa desvaneciĆ©ndose. QuizĆ” remita a tratar de hacer manejo de daƱos en un contexto en el que se sabe que Maduro no concederĆ” elecciones presidenciales sino hasta 2024 y que, en el trance, es mejor tomar un premio de consolación que quedarse con las manos vacĆas.