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Señala Luis Fley, quien combate al sandinismo desde 1979

Las acciones de la OEA contra Ortega se debilitan mientras la tiranía empuja a Nicaragua hacia el conflicto

Daniel Ortega y Rosario Murillo junto a Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel. Reuters

Luis Fley, conocido como “Comandante Johnson”, quien combatió al sandinismo durante el primer régimen del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), afirmó que las acciones de Daniel Ortega están empujando a los nicaragüenses a una nueva guerra, debido a la represión, la falta de libertades y espacios políticos.

Fley, uno de los alzados en armas de la Resistencia Nicaragüense conocida como la “Contra”, que combatió al sandinismo de Ortega entre 1979-1990, es uno de los aspirantes presidenciales que se exilió en Estados Unidos en agosto pasado durante la última ola de arrestos del régimen contra sus adversarios políticos.  Hoy desde el exilio, afirma que no queda otra que adaptarse a los nuevos tiempos, y argumenta que las acciones de Ortega llevan al país a la violencia.

El régimen sandinista ha iniciado los “juicios” en contra de los opositores arrestados durante la última ola de arrestos efectuada de mayo a noviembre de 2021. Un total de 46 activistas permanecen encarcelados, la mayoría es las instalaciones de la Dirección de Auxilio Judicial, el organismo de “investigación” de la Policía Nacional. Siete de ellos fueron enjuiciados esta semana y han sido declarados “culpables”.

Ortega continúa las acciones represivas: esta semana canceló la personería jurídica a siete universidades privadas, dejando en el limbo a miles de estudiantes universitarios que cursaban estudios superiores.

“El campo diplomático no está funcionando, la diplomacia no está ejerciendo presión, y la oposición existe, pero no tiene un brazo que le ayude a que sus demandas sean escuchadas y empujadas, simplemente la OEA [Organización de Estados Americanos] y los cancilleres demandan nuevas elecciones, pero eso no se va a dar, porque depende de la voluntad de Ortega y él ha demostrado que no tiene voluntad de reducir el periodo [de gobierno] y adelantar elecciones. No hay nada que lo obligue”, aseguró Fley.

Aunque la OEA declaró ilegítimas las elecciones del 7 de noviembre en Nicaragua, al parecer no cuenta con los 24 votos para activar el artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana, en virtud de la cual se puede suspender a un Estado miembro por romper el orden democrático.

El 8 de diciembre aprobó una resolución con 25 votos en la que afirma que Nicaragua no respeta sus compromisos con la Carta Democrática Interamericana, y el 20 de octubre aprobó con 26 votos una resolución en la que exige a Ortega liberar a los presos políticos y permitir elecciones libres y con observación internacional. Ortega las ignoró.

Fley califica esa situación como “grave”. “Hay una percepción de que se está evaporando la presión que ejerce la OEA”, apuntó. “Ortega está prácticamente en su ‘charco’, no tiene más presión, más que el problema de las sanciones que hasta ahora las ha sabido manejar”.

Sanciones que para Fley, no han ejercido mayor presión sobre Ortega. “La familia Ortega-Murillo y todos los funcionarios que le aplicaron sanciones siguen campantes, no han modificado sus acciones, siguen siendo parte del gobierno, siguen actuando igual que antes que se le sancionara”. El problema está en que la OEA no tiene un brazo coercitivo y depende de la “buena voluntad” de Ortega, además Ortega no lo va a hacer nunca [acatar las resoluciones y el mandato de la OEA] porque Ortega no es Somoza, a quien una simple resolución de la OEA empujó su salida del poder.

Fley se refiere a la resolución condenatoria aprobada por ese organismo el 23 de junio de 1979, contra el régimen de Anastasio Somoza Debayle, en la que pidió el reemplazo definitivo e inmediato y un plan de pacificación de un gobierno de la oposición. 26 días más tarde la guerrilla del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) dirigida desde Cuba, tomaba el poder instaurando una dictadura de corte socialista, la llamada “dictadura del proletariado” que propició una segunda guerra para derrocar a la dictadura sandinista, obligando a Daniel Ortega a realizar elecciones que perdió ante la candidata de la oposición Violeta Barrios.

A su juicio, las resoluciones de la OEA y la Unión Europea son resoluciones “líricas”, que en el terreno no pasan de ser eso. “No tienen fuerza para imponérsele a Ortega”.  Y es que la comunidad internacional cuenta con muy pocas herramientas para enfrentar a regímenes dictatoriales.

Movimiento de liberación contra Ortega

Ante la falta de espacios políticos, la represión y el estado policial instaurado por el régimen, podría desembocar en un nuevo estallido social debido a la presión, a la que se suma la crisis económica en el país.  Ortega ha criminalizado a la oposición política, acusándoles de intentar darle un “golpe de Estado”, e impide su movilización. El tirano está orillando a la población a crear un movimiento que Fley denomina de “liberación”.

“He dicho que Ortega está empujando a la guerra ante la falta de espacios. Hay un porcentaje de nicaragüenses que probablemente se van a acomodar, otros vamos a seguir luchando y lo que sucede es que ya no quedan opciones. ¿Cuáles quedan? si la diplomacia falló, no se puede hacer política en Nicaragua. Daniel Ortega no respeta las leyes ni a sus adversarios políticos, y la opción que está dejando es una nueva rebelión. Si fue buena para Somoza por qué va a ser mala para Daniel Ortega”, puntualizó.

“Los nicaragüenses debemos empujar, he propuesto que debemos pensar en un movimiento de liberación y no en cuestiones que no están en nuestras manos, dependemos del apoyo de otros países [para hacer presión], las opciones de los países ya se agotaron, no haya más qué hacer para hacer entender a Daniel Ortega que debe haber elecciones libres en Nicaragua”, afirmó el exjefe “Contra”.

“Hay mucha gente que está dispuesta a no someterse a los atropellos y designios políticos de Daniel Ortega, que está dispuesta a luchar. La opción política y diplomática para hacer cambiar las cosas se está cerrando”, apuntó.

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