Las agresiones contra policías y guardias civiles registradas en el Campo de Gibraltar se han mantenido en ascenso en los últimos años y han experimentado un incremento desde la llegada de Fernando Grande-Marlaska al Ministerio del Interior a mediados de 2018.
Las cifras de agredidos están por encima de los 200 casos tanto en 2019 como en 2020. En los seis primeros meses de 2021, se han contabilizado 99 agresiones a agentes de estos dos cuerpos policiales.
Desde la llegada de Marlaska al ministerio, las agresiones a los agentes en esta zona del sur de España se ha mantenido por encima de las cifras registradas con anterioridad. El año 2019 es el que registró más agresiones: 213 si se suman las recibidas por efectivos de Policía (164) y las de Guardia Civil (49).
En 2020 la cifra bajó ligeramente hasta las 209 agresiones entre ambos cuerpos policiales (170 en Policía, por 39 en Guardia Civil), mientras que en 2018 fueron 196 hechos los que se reflejaron en la estadística. En 2015 fueron 139 agresiones; en 2016, 141 y en 2017, 174.
En la estadística de criminalidad, el Ministerio del Interior suele explicar de forma recurrente que el aumento en delitos relacionados con el tráfico de drogas tiene correlación con el mayor número de operaciones dentro de este tipo de plan, ya que se ha intensificado la presencia policial para restaurar el «principio de autoridad».
Según los datos de Interior, entre julio de 2020 y mayo de 2021 las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llevaron a cabo 4.745 operaciones policiales, un 51% más que en el anterior periodo equivalente. Los sindicatos policiales se quejan de la falta de medios y piden que se declare el Campo de Gibraltar como Zona de Especial Singularidad.
