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LA CACERÍA CONTRA LA OPOSICIÓN SIGUE

Las madres de los secuestrados por Ortega relatan cómo fue la detención de sus hijos

El régimen sandinista de Daniel Ortega detuvo a Medardo Mairena, el sexto aspirante presidencial y líder del Movimiento Campesino, junto a otros dos dirigentes de ese movimiento y dos de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), con lo que suman 26 opositores encarcelados desde junio pasado.

La policía, al servicio de Ortega, emitió un comunicado en el que confirma la detención de Mairena, Pedro Joaquín Mena Amador y Freddy Navas, Lesther Alemán Alfaro y Max Isaac Jerez Meza.

Mairena, Mena y Navas son líderes del consejo nacional del Movimiento Campesino, una de las organizaciones que goza de mayor simpatía en Nicaragua. Alemán y Alfaro pertenecen a AUN, una organización integrada a la opositora Alianza Ciudadanos por la Libertad (ACxL), el único partido que hasta ahora podría participar en las elecciones presidenciales de noviembre próximo.  

La dictadura acusa a los lideres del Movimiento Campesino de “asesinato” de cuatro agentes de la policía y civiles, “secuestro y lesiones” de 12 agentes de ese organismo en el municipio de Morrito, en el departamento de Río San Juan, y los responsabiliza de los “tranques de la muerte” en los departamentos de Chontales, Boaco y Río San Juan, donde según el régimen se habrían cometido homicidios, robo con intimidación, secuestros, extorsiones, destrucción y daños múltiples”, según un comunicado de prensa de la Policía. 

A Alemán y a Jérez la dictadura sandinista les acusa de la “toma y destrucción de los centros de estudios, Universidad Politécnica de Nicaragua, (UPOLI) en Managua, la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, (UNAN) Managua; donde cometieron delitos de robo con intimidación (asaltos), secuestros, lesiones graves, violaciones, extorsiones, destrucción y daños múltiples, durante el fallido intento de golpe de estado en el año 2018”, dice el documento del oficialismo. 

El régimen llama “golpe de Estado” a las multitudinarias protestas de abril en las que demandaban la salida de los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo (la familia que se ha atornillado en el poder y que persigue seguir gobernando la nación centroamericana). 

Producto de la represión gubernamental más de 325 personas fueron asesinadas con armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas con disparos en órganos vitales como la cabeza, ojos, cuello, corazón y el abdomen. 

A los cinco nuevos encarcelados el régimen también les acusa de “menoscabar la soberanía, la independencia y la autodeterminación”, a través de la llamada “Ley de Defensa de los Derechos del pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz”.

Alemán fue uno de los universitarios que increpó al dictador y su esposa en la mesa de diálogo que solicitó el oficialismo ante las exigencias de la población en las calles que pedían su salida del poder. 

“Esta no es una mesa de diálogo, es una mesa para negociar su salida, y usted lo sabe bien porque el pueblo es lo que ha solicitado [a través de multitudinarias protestas]”, le dijo Alemán a Ortega y le exigió ordenara el cese de los ataques, la represión, asesinatos cometidos por las fuerzas paramilitares, las tropas y las turbas organizadas y financiadas por el régimen.

La madre de Lesther Alemán, Lesbia Alfaro Silva, dijo que su hijo es inocente de las acusaciones que le imputan. “Solo por alzar su voz fue secuestrado, ellos [la policía] no andaban ninguna orden de captura cuando lo llegaron a secuestrar a mi casa”. 

Lo agarraron y lo golpearon. Les dije que no me lo golpearan porque mi hijo no es ningún asesino. No tiene manchada sus manos de sangre como las tienen ustedes”, describió Alfaro. 

La madre de Alemán relató que como respuesta uno de los policías la empujó. “Lesther les dijo que no golpearan a su madre”, recordó.

Heidi Francis Meza Torres, madre de Max Jerez, dijo que dos horas antes de la detención su hijo la llamó para ponerla en aviso que hombres vestidos de civil que se movilizaban en motocicletas estaban asediando la casa donde residía. 

“Me dijo: ‘mamá creo que hoy me detienen, sea fuerte, yo estoy preparado, estoy tranquilo y no quiero que usted se enferme por estar pensando en esta situación’”, relató Meza.

Kitty Monterrey, presidenta de la Alianza Ciudadanos por la Libertad –organización a la que el régimen ha apresado a varios de sus dirigentes, entre ellos dos aspirantes presidenciales–, dijo que se viven momentos tensos en el país. “Estamos viendo hasta donde llega este régimen y creo que en este momento nos toca a todos acompañar a las madres de todos los presos políticos”, afirmó.

Monterrey dijo que no se van a retirar del proceso electoral. “Vamos a resistir hasta el último momento de forma pacífica y vamos a sacar a Ortega”, acotó.

La activista Dolly Mora, dirigente de AUN, que estaba junto a Jérez y Judith Mairena, relató que tres patrullas de la policía y tres autos civiles llegaron al inmueble donde residen, los agentes ingresaron a la casa y sacaron a Jerez que estaba en la planta alta de la residencia.

“Escuchamos que Max les dijo a los policías que tranquilo que él no esta poniendo resistencia, luego Max baja esposado, nos sentaron a los tres en la sala, nos hicieron algunas preguntas, nos quitaron los teléfonos y luego otros oficiales entraron. Luego levantaron a Max” para llevárselo.

Previo a su arresto, Jerez escribió en Twitter que “la policía del régimen está ingresando a la casa de seguridad donde me resguardo. Ni la represión ni la cárcel va a detener la fuerza del pueblo nicaragüense. Seguiremos y seremos libres porque aún hay esperanza”, escribió en su última comunicación por las redes sociales.

Reacción europea

El eurodiputado de Vox, Hermann Tertsch, denunció ante la cámara que «Ortega no es un marciano llegado para tomar el poder en ese país (…), es un socialista aupado al poder por los socialistas y los comunistas de toda América y de Europa, y un protegido de Cuba y del Foro de Sao Paulo, con estrechos lazos con el Gobierno español y con el PSOE», ha añadido. 

«Menos hipocresías, más sanciones a Nicaragua, a Venezuela, pero sanciones y muy serias a Cuba también», pidió.

El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, dijo que ese organismo estudia la posibilidad de designar nuevas sanciones contra el régimen de Ortega ante la “espiral represiva”.

Ortega, de 75 años, que gobernó por primera vez durante la década de 1980, en la que instauró la primera dictadura sandinista –y retornó al poder en 2007– se perfila como el candidato presidencial del Frente Sandinista para las elecciones de noviembre. Esta sería su tercera reelección y cuarto mandato consecutivo durante esta segunda dictadura. 

A la fecha Ortega tiene a más de 140 presos políticos en las cárceles y tiene bajo arresto domiciliar a Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997), y a María Fernanda Flores de Alemán, exdiputada y exprimera dama, esposa del expresidente Arnoldo Alemán (1997-2002).

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