«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
Un frente de defensores de la libertad podría conjurar la amenaza

Marzo será el mes clave para perfilar al verdadero rival del comunista Petro en las presidenciales colombianas

El candidato comunista a la presidencia de Colombia, Gustavo Petro. Twitter

La más reciente encuesta de Invamer sobe las elecciones presidenciales de 2022 en Colombia muestra un nuevo auge del candidato de izquierda, Gustavo Petro, quien se posiciona hasta el momento como el seguro ganador de la consulta del “pacto histórico”, que se llevará a cabo el mismo día de las elecciones al Congreso (13 de marzo) y de las otras consultas interpartidistas para elegir candidatos a la presidencia.

Llama la atención que el 43% de los encuestados participarían en la consulta en la que se elegirá a Petro como candidato a la presidencia, mientras que un 30,9% lo haría en la consulta de la coalición de la esperanza (ahora conocida como de “centro esperanza”), que aglutina las fuerzas políticas más cercanas al expresidente Juan Manuel Santos, y un 26% lo haría en la consulta de la “coalición equipo por Colombia” que aglutina a las fuerzas políticas de derecha.

Sin embargo, la encuesta no ubica aún a Oscar Iván Zuluaga, candidato único del Centro Democrático a la presidencia, como parte de la coalición de derecha. De hacerlo, es seguro que dicha coalición obtendría un respaldo mayoritario en las urnas, pues convergerían allí los partidos políticos más disciplinados y con representación en el Congreso.

Además, la encuesta sugiere un escenario donde en la primera vuelta se presentarían Zuluaga y el candidato de la coalición equipo por Colombia por separado, obteniendo cada uno el 15% de los votos. Si bien en política la aritmética no es precisa, se vale considerar que una sola candidatura estaría por encima del 30% de los votos.

En Colombia las elecciones presidenciales no reflejan los resultados de las elecciones al Congreso, razón por la cual, por ejemplo, el hoy presidente, Iván Duque, obtuvo más de cuatro millones de votos en la consulta para elegir candidato presidencial, pero su partido apenas superó los dos millones de sufragios.

El hecho de que en marzo los partidos de la U, Conservador, Centro Democrático, las facciones de Cambio Radical cercanas a Alex Char y algunas facciones liberales participen en la consulta del equipo por Colombia, augura un resultado importante.

Esa es probablemente la gran debilidad que tendrá la coalición santista, pues no hay hasta el momento partidos políticos nacionales acompañando su ejercicio, además de tener candidatos cuyos votos realmente se concentran en el interior del país.

La llegada de Alex Char a la coalición de derecha le ha quitado mucho espacio a Petro en la costa caribe y sigue avanzando la consolidación de los respaldos electorales regionales. Una vez incorporada la opción de Zuluaga, tendrán estructura, representación y apoyos clave en todas las regiones de Colombia.

No obstante, tal como se ha publicado en este espacio en varias ocasiones, de no lograrse la consolidación de la coalición del equipo por Colombia a tiempo, se habrá despejado el camino para que en la segunda vuelta la ciudadanía encuentre en el tarjetón una opción de izquierda reformista y una opción de izquierda radical, ambas con un mismo punto de llegada.

Es clave recordar que hoy el partido conservador tiene 13 senadores, el Centro Democrático 19, el partido de la U 12 (tras la expulsión de los senadores Roy Barreras y Armando Benedetti hoy en el “pacto histórico), Cambio Radical 16 y el movimiento Colombia Justa Libres 3. Este último partido podría ingresar también a la coalición de derecha y aportaría cerca de 600 mil votos cristianos.

De manera que, de articularse debidamente y competir en marzo, sumarían los votos de opinión, que suelen expresarse en las encuestas, y las maquinarias electorales de las fuerzas políticas con representación en el Congreso.

Frente a eso la candidatura de Petro enfrentaría por fin a los defensores de la libertad unidos. Si por alguna razón a la segunda vuelta pasaran los dos bloques de izquierda, la derecha podría mantener el control del legislativo e impedir la debacle.

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