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busca extender la medida 60 días más por la afluencia de ilegales en los últimos meses

Polonia pide extender el estado de emergencia en la frontera con Bielorrusia ante la llegada de inmigrantes afganos e iraquíes

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Inmigrantes afganos en la frontera entre Polonia y Bielorrusia. EUROPA PRESS

El ministro del Interior de Polonia, Mariusz Kaminski, anunció este martes que ha pedido al Consejo de Ministros extender el estado de emergencia en la frontera con Bielorrusia durante 60 días más ante la entrada de inmigrantes de Afganistán e Irak al país.

Kaminski se ha reunido con el presidente polaco, Andrzej Duda, y con el responsable de Defensa, así como con la dirección de la agencia fronteriza, para evaluar la situación en la frontera, en el punto de mira durante los últimos meses por la afluencia de inmigrantes, especialmente con la llegada del frío.

El responsable de la cartera de Interior, para justificar la entrada de inmigrantes afganos e iraquíes, ha asegurado en una rueda de prensa que se han confiscado los teléfonos móviles de las personas que han cruzado ilegalmente la frontera, donde se habrían encontrado fotos de un hombre teniendo relaciones sexuales zoofílicas, informa ‘Rzeczpospolita’.

Las autoridades polacas también han estado mandando mensajes de texto a los inmigrantes que están varados en la frontera, en el que indican que «la frontera polaca está sellada. Las autoridades de Bielorrusia te han dicho mentiras. ¡Vuelve a Minsk! No tomes ninguna pastilla de los soldados bielorrusos», ha compartido Kaminski en su cuenta de Twitter.

El mensaje tiene adjunto un enlace, que lleva a una página donde, en cinco idiomas –inglés, árabe, ruso, francés y polaco– se proporciona información a los inmigrantes que quieran cruzar ilegalmente la frontera.

El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, advirtió a finales de mayo de que no controlaría el flujo migratorio como represalia por las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE), lo que en la práctica se ha traducido en un repunte en las llegadas hacia Polonia, Lituania y Letonia, que a su vez han endurecido la vigilancia.

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